El 5 de julio no puede pasar desapercibido ni en los medios de comunicación, ni en el corazón de los españoles, porque es el triste aniversario de las dos leyes el aborto: la primera abrió la puerta a la muerte de los inocentes y después el silencio mediático y el acostumbramiento social le permitieron instalarse cómodamente en España. Y la segunda, convirtió al aborto, el acto más infame e injusto, en un pretendido derecho que exige y arrasa. Es un día para el dolor, la reflexión y el compromiso.
Pero en estos años, no todos han mirado hacia otro lado, ni se han lavado las manos cuando se arranca violentamente a los hijos de las entrañas de sus madres. No todos han callado cuando se legitima esta terrible violencia contra el ser más inocente y contra su madre, a quien se deja sola en el momento que más lo necesita. Siempre ha habido personas comprometidas y constructivas que no se han limitado a maldecir la oscuridad, que han pisado el campo de batalla y han tendido en toda circunstancia una mano amiga, una palabra oportuna y una ayuda real. Ellas han hecho posible que decenas de miles de niños puedan nacer, y que sus madres no cometan la peor decisión irreversible de sus vidas. Las asociaciones Provida siguen siendo esa luz de la esperanza y siguen levantando la voz por los que no pueden decir: "quiero vivir". Son el signo del inconformismo más justificado, de la férrea confianza en que las cosas pueden y deben cambiar. Estas asociaciones, junto con muchas personas anónimas, no bajan los brazos y lanzan a la sociedad española una petición de ayuda y un mensaje de esperanza. Hoy, 5 de julio, en que recordamos con tristeza infinita a todas y cada una de las vidas segadas por el aborto, damos, al mismo tiempo las gracias a tantos, por tanto y llamamos a TODOS a asumir en primera persona la defensa de la vida humana. También a los que quizá tengan la conciencia cargada por la culpa o la indiferencia. Es tiempo de avanzar, es hora de decir ¡basta!, es SIEMPRE momento de decir Sí a la Vida.
Alicia Latorre
Presidenta de ADEVIDA de Cuenca y de la Federación Española de Asociaciones Provida