La Balompédica certificó matemáticamente su descenso tras una temporada muy convulsa, que al final ni el cambio de entrenador sirvió para salvar los muebles. De esta manera, el club presidido por Luis San Juan, pasado solo un año vuelve a caer al pozo de la Tercera, después de lograr el curso pasado su vuelta a la categoría de bronce del fútbol español.
En una cálida tarde primaveral en el que destacó el fantástico ambiente –unas 4000 almas– en las gradas del estadio de La Fuensanta, un Conquense con urgencias y con la necesidad imperiosa de ganar para seguir con vida hasta la última jornada liguera, se midió al histórico CD Castellón, que también con la necesidad de al menos puntuar, después del empate cosechado en Cuenca, tendrá que pelear en el cierre del torneo doméstico por esquivar el descenso en Castalia ante el FC Barcelona B.
En este choque a vida o muerte especialmente para el conjunto de César Laínez, el factor presión durante buena parte del primer periodo atenazó a ambas escuadras, notándose mucho el respeto que se profesaban ambos equipos fruto del miedo al descenso.
Pero fue el cuadro castellonense el que rompería el hielo a la media hora de juego con un gol de Gálvez.
Al descanso se llegaría con el resultado desfavorable de 0-1 para los de Cuenca.
La segunda parte se inició bajo unos parámetros similares pero con un Conquense con una marcha más aumentó su número de ocasiones y acercamientos de peligro al área rival. Dos disparos envenenados, uno de Jorge y otro de Jon Vega, pusieron en peligro el arco defendido por el cancerbero Campos. Estas acciones fueron el preludio del gol del empate del Conquense gestado en las botas del canterano Jorge, que puso un gran pase que culminó con un magistral cabezazo el delantero nigeriano Chrisantus, en el minuto 60 del segundo acto.
Con tablas en el marcador, la afición blanquinegra se vino arriba y empujó con fe a sus futbolistas, que con más testosterona y corazón que argumentos futbolísticos rozaron la remontada, en un trepidante final de partido que se convirtió en una locura de ida y vuelta, en la que el Conquense volvió a pagar su mal endémico que ha arrastrado y le ha ido aniquilando gradualmente en este curso liguero: "La falta de pegada y la poca fiabilidad defensiva en el juego aéreo".
En definitiva, al final los blanquinegros consumaron su descenso en una irregular y muy mediocre campaña.
Saque de honor de Lidio Jiménez en el encuentro U.B. Conquense-C.D. Castellón