“Unidad y diálogo” definen una Semana Santa marcada por la lluvia
martes 23 de abril de 2019, 16:31h
Una Semana Santa “complicada y de decisiones difíciles” en la que han reinado “la unidad, la unanimidad y el diálogo”. Es el balance que hace el presidente de la Junta de Cofradías, Jorge Sánchez Albendea, tras la celebración de la Semana Santa de 2019. La Pasión de este año ha quedado fuertemente marcada por la lluvia, que obligaba a suspender cinco de los diez desfiles procesionales – Jueves Santo, todos los del Viernes Santo y el Sábado Santo – y convertía a la de 2019 en la Semana de Pasión con más suspensiones desde 2013 (en que fueron seis de nueve las procesiones que no pudieron desfilar a causa de la lluvia).
“El balance ha quedado totalmente condicionado por las inclemencias meteorológicas, pues hemos suspendido cinco de diez procesiones” declara Sánchez Albenda. En este sentido, el presidente ha afirmado que “internamente hay que estar satisfechos, porque todas las decisiones que se han tomado han venido precedidas del diálogo y la reflexión, y se han tomado desde la unidad y apoyándonos en todos los medios que teníamos a nuestro alcance para que la decisión fuera la correcta en cada momento”.
Para Sánchez Albendea, lo verdaderamente importante “dentro de la desgracia que es suspender una procesión” es que “todas las decisiones se han tomando por unanimidad y desde el diálogo”. El presidente de la JdC ha reconocido además que la interpretación y aplicación de los protocolos, teniendo en cuenta que actualmente se cuenta con herramientas y tecnologías de predicción de condiciones meteorológicas adversas más avanzados y fiables que cuando se redactaron, plantea la necesidad de revisarlos de cara a años posteriores, tarea que deberán acometer en los próximos meses los responsables de hermandades y Junta de Cofradías. El objetivo es mejorar, a nivel de organización, tanto los tiempos como la ejecución de la toma de decisiones.
Sánchez Albendea agradecía su compromiso, trabajo y dedicación a todas las hermandades de la Semana Santa de Cuenca y, muy especialmente, a aquellas que no han podido desfilar. Además, el presidente enviaba un mensaje de ánimo a los nazarenos, recalcando que el trabajo por la Semana de Pasión continúa y que es momento de seguir trabajando por los desfiles procesionales de 2020.
Adelanto horario del Martes Santo
En cuanto a las procesiones que sí han podido celebrarse, el presidente de la JdC afirma que “el balance es muy satisfactorio, porque la participación ha sido muy elevada y se mantiene en crecimiento, en la línea de los últimos años” y destaca muy especialmente el éxito del adelanto horario del Martes Santo.
“Este año teníamos una gran novedad, que era el adelanto horario de la procesión del Perdón. Ha sido un rotundo éxito y con eso nos tenemos que quedar de esta Semana Santa” considera Sánchez Albendea. El adelanto horario del Martes Santo se probará durante dos años (éste y el que viene) antes de decidir definitivamente si se mantiene o se vuelve a la salida las 20 horas.
El presidente de la JdC ha querido tener palabras de reconocimiento para todos los nazarenos de fila, que acompañaron a sus Sagradas Imágenes en los desfiles que sí han salido, así como muy especialmente para las cabeceras y hermanos mayores de las hermandades que subieron a la Catedral para participar en el Santo Entierro (pese a que finalmente se tuvo que suspender) y que desfilaron en El Encuentro, procesión que registró una de las participaciones más numerosas que se recuerdan, con casi 300 nazarenos entre portainsignias y hermanos mayores de todas las hermandades de la Semana Santa de Cuenca.
Puntos de mejora
Junto con el trabajo en la adecuación de los protocolos de lluvia a las nuevas tecnologías, para hacer más eficiente la toma de decisiones, el presidente de la JdC ponía el acento en Camino del Calvario, donde “debemos seguir trabajando para que no se vuelvan a repetir situaciones como la de este Viernes Santo, en la que un grupo de personas permanecieron a las puertas del Salvador sin acatar la decisión de la suspensión de la procesión pese a que se tomó por unanimidad por los responsables que tenían potestad para hacerlo”.
Para Sánchez Albendea “es cierto que la cantidad es cada vez menor, pero se trata de personas que no supieron comprender ni aceptar la decisión y que no tienen cabida en la procesión, porque ni son turbos, ni son nada”. El presidente quiso dar la enhorabuena “a los turbos, que sí comprendieron la situación, su papel y se marcharon a casa con el anuncio de la suspensión”.