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(Foto: Santiago Torralba/SMR) |
Sonidos y pintura: Cómo dibujar en un cuaderno la música sacra de Cuenca
viernes 19 de abril de 2019, 20:12h
Lápices y cuadernos de dibujo no son habituales en los conciertos de la Semana de Música Religiosa de Cuenca, pero cinco alumnos de la Facultad de Bellas Artes han aceptado la invitación de la dirección del festival para plasmar en imágenes lo que la música les transmite en los conciertos.
Sara, Antonino, Dorin, Ismael y Eduardo se reparten por distintas localidades del Teatro Auditorio de Cuenca, en los conciertos del ciclo principal de la 58 edición del certamen de música sacra, "Semana de Pasión", para dibujar la música de Beethoven, Bach o Shostakovich.
"Más que pintar, es interpretar lo que transmite la música, y es una oportunidad única", reconoce Eduardo, de 26 años y alumno de 3 curso en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, que conviene en que es algo "muy distinto a lo que sueles hacer en una facultad".
Su compañera Sara, de 22 años, coincide con él en que el ambiente del concierto condiciona la forma de pintar, "porque los lápices hacen ruido, y tienes que ser respetuoso con quienes han pagado por una entrada".
Para ellos fueron especialmente complicados los dos primeros conciertos "en los que se valoraba mucho el silencio", cuando tenían que pasar las páginas del cuaderno, aunque también consideran "que han buscado esa ruptura, que el público vea trabajar a los músicos y nos vea trabajar a nosotros".
Sin embargo, la reacción del público no está siendo negativa, como apunta el director artístico del festival, Cristóbal Soler, que relata que algunos espectadores le han confesado "que no sabían si mirar al escenario o a la pintura que estaba haciendo el chico de al lado", bromea.
Soler añade: "El valor añadido de un concierto en vivo es compartir, y si tu vecino de butaca está dibujando, llama mucho la atención".
El estudiante más veterano del grupo, Antonino, que tiene 45 años, considera que están ante un "reto muy bonito", y que la música contribuye a ayudarles a concentrarse en el trabajo.
Todos ellos se sitúan más cerca del arte abstracto que del figurativo, aunque resaltan que la "gestualidad de los músicos, como manifiestan la música corporalmente" también influye en cómo están reflejando estos conciertos en sus pinturas.
Cada uno de ellos tiene una perspectiva diferente de los recitales, y el festival tiene intención de llevar luego esas obras pictóricas, un total de 30, al libro que edita cada año como resumen de la Semana de Música Religiosa.
Antonino asume que esta perspectiva "añade un punto de presión" para dibujar haciendo más bocetos, expresando más ideas, pero en general piensa que es una experiencia muy enriquecedora.
"Es una forma de crear un libro con un valor artístico, y no solo bien documentado", subraya Soler, quien defiende que la Semana de Música Religiosa es uno de los dos focos culturales de Cuenca, junto al Museo de Arte Abstracto Español, por lo que ha querido buscar la forma de conjugar ambos.
Además, destaca que la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Castilla-La Mancha del campus de Cuenca es una de las más "potentes" del país, y durante esta semana, en la que los vecinos de la ciudad "están también en la calle con sus procesiones, se crea una atmósfera muy particular que queríamos dejar plasmada".
Soler está muy satisfecho también por el acercamiento que supone de gente tan joven, alrededor de la veintena, a la música religiosa y la música clásica, que tal y como ha recordado es uno de los objetivos del festival, conseguir la implicación del público más joven.
La 58 Semana de Música Religiosa de Cuenca comenzó el pasado Lunes Santo, y se celebra hasta el Domingo de Resurrección en diferentes ubicaciones de la capital conquense y la cercana localidad de Arcas.