Un grupo de investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), perteneciente al grupo de Redes y Arquitectura de Altas Prestaciones (RAAP) de la Escuela Superior de Ingeniería Informática (E3A), trabaja en la mejora y desarrollo de los ‘superordenadores’ del futuro.
El director general de Universidades, Investigación e Innovación, Ricardo Cuevas, ha visitado recientemente en Albacete las instalaciones en que se desarrolla el proyecto, donde pudo conocer de primera mano la puesta en marcha de una línea de investigación que cuenta con parte de la financiación del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Concretamente, el equipo castellano-manchego, integrado por veinte doctores de la UCLM, entre los que se encuentran profesores del departamento de Sistemas Informáticos de la institución académica como Francisco Quiles, José Luís Sánchez, Francisco Alfaro, Pedro García y Jesús Escudero, está intentando mejorar las redes de interconexión de los ‘superordenadores’.
Para entender mejor cómo funciona esta tecnología del futuro, es preciso concretar que un ‘superordenador’ está formado por un conjunto de ordenadores de carácter más simple, interconectados entre sí para poder intercambiar la información que completa los cálculos que realizan en su conjunto.
El crecimiento exponencial del número de ordenadores simples que componen un ‘superordenador’, hace que el papel de la red que los interconecta sea cada vez más importante, de forma que contar con redes de interconexión más rápidas y eficientes sea, cuando menos, condición fundamental para su funcionamiento.
Los ‘supercomputadores’ se utilizan hoy en día en más facetas de las que se pueda pensar. Estas máquinas proporcionan la enorme potencia de cómputo que es necesaria para soportar toda la actividad de las redes sociales o búsquedas por Internet, pero también la que requieren aplicaciones científicas como el cálculo de la trayectoria de un cohete, el modelado del cerebro o el estudio genómico.
En este sentido, Ricardo Cuevas ha puesto en valor una iniciativa que vuelve a poner a la región a la cabeza en investigación, y que demuestra la implicación de la sociedad castellano-manchega con la ciencia, reflejada en una tecnología que ha despertado el interés entre las principales empresas del sector, tales como Intel, Mellanox o Bull, y centros de investigación de prestigio como CERN.