Coincidiendo con la entrada de la primavera, el Programa Somos Deporte 3-18, desarrollado en la provincia de Cuenca por la Comisión Técnica formada por la Diputación y la Junta de Comunidades, ha iniciado en la localidad de Puente de Vadillos la actividad en vías ferratas para el alumnado de Bachillerato. Y lo ha hecho con un grupo de 30 alumnos y tres profesores del IES Fernando Zóbel de la capital, acompañados por técnicos de la empresa Parque Natural Aventura Vadillos, con Joaquín Calvo a la cabeza, en la vía ferrata de nivel K2 de Puente de Vadillos.
Una mañana que comenzaba fría, en cuanto a temperatura, y no en lo que se refiere al ánimo del alumnado, pero que se fue templando hasta alcanzar una perfecta temperatura para el abordaje de la vía ferrata que se alza tras pasar la puerta de roca al inicio de la impresionante Hoz de Beteta.
Divididos en diversos grupos, con un monitor para cada cinco alumnos, poco a poco fueron ascendiendo la montaña por su vertiente izquierda para acceder a lo más alto y divisar las espectaculares imágenes que brinda tanto la Hoz de Beteta a un lado como Puente de Vadillos y el embalse del Molino del Chincha por el otro.
Tras el ascenso los participantes también pudieron pasar por un puente colgante y tras un tranquilo descenso caminando por la montaña volver a la población de inicio.
Una experiencia inolvidable que fue del agrado de todos los participantes, y que esta semana se repetirá con un nuevo grupo, esta vez del IES Serranía Baja de Landete.
Vías ferratas
Recordar que una vía ferrata es un itinerario que permite escalar una montaña de una forma fácil y segura, por lo que con un mínimo equipo (arnés, casco y disipador) y una preparación física normal se puede realizar aún sin tener experiencia. Trepar por ellas es muy motivante puesto que se accede a espectaculares zonas montañosas que de otra forma no sería posible sin un alto nivel de escalada.
Para facilitar el itinerario, la montaña se equipa con diverso material: clavos, grapas, presas, pasamanos, cadenas, puentes colgantes y tirolinas, que permiten progresar por la montaña. Para que la seguridad sea mayor se instala un cable de acero en toda la vía, la denominada “línea de vida”, donde el participante debe ir asegurándose con dos mosquetones anclados al arnés. Al ser dos al ir progresando siempre al menos uno está enganchado a la línea de vida. Estos están conectados a un disipador de energía que aseguran adecuadamente al deportista en caso de caída.
Las vías ferratas tienen distintos niveles de dificultad que van del K1 al K4. Indudablemente las asequibles para los no iniciados son las dos más sencillas, el resto está pensado para deportistas experimentados. En todo caso es indispensable llevar la equipación necesaria, además de ir acompañados de técnicos expertos que se aseguren de que el material se usa convenientemente y que las condiciones de la montaña permiten el uso de la Vía.
Este tipo de instalaciones se está desarrollando con fuerza en los últimos años en la provincia como recurso turístico-deportivo de desarrollo, en especial en diversas zonas de nuestra Serranía. Así existen ya en Puente de Vadillos, Estrecho de Priego, Fuertescusa y Villalba de la Sierra.