Aunque tengas una muy buena idea, es posible que el negocio nunca funcione. Puede que no sea tan buena como creas, que no consigas orientarla hacia su público objetivo, que no tenga demanda, que no sea el mejor momento para darla a conocer, etc.
Esto ocurre hasta con las mejores ideas: por ejemplo, en estos últimos tiempos hemos visto cómo las páginas de apuestas deportivas online han invadido el mercado con descuentos y ofertas como la de bet365 promociones. La gran mayoría funcionan, pero no todas, además, el hecho de que exista tanta masificación complica mucho el tema.
Para saber si un negocio puede ser o no viable, lo más recomendado es llevar a cabo lo que se conoce como un estudio de viabilidad.
Partes de las que se compone un estudio de viabilidad
- Objetivo: El primer punto de este estudio comprende el objetivo de la idea. Debes de pensar en si va a ser realmente interesante lo que le vas a ofrecer al cliente, si el producto o servicio merece la pena. Un error muy común consiste en tan solo pensar si nosotros los compraríamos, cuando tenemos que ponernos en la piel del cliente y pensar en lo que él haría.
Siendo honestos, podemos saber si hemos tenido la gran idea del año, o si será un auténtico fracaso.
- Estudio de mercado: El estudio de mercado se centra en dar forma al plan de difusión y comercialización que se va a seguir, a establecer los objetivos a adoptar, tener un “Plan B” por si queremos hacer alguna variación, establecer el cliente objetivo. Puedes verlo como una especie de mapa que nos va a guiar por todo el proceso.
- Segmentación del mercado: De nada servirá gastarse miles de euros en publicidad, si esta no llega a su destino, a su público objetivo. Por ello, se segmenta el mercado según diferentes criterios: se tiene en cuenta la edad del cliente, el género, gustos, hobbies, pretensiones… La idea es mandar la publicidad a aquel fragmento de la población que sea más susceptible de sentirse interesado por lo que le ofrecemos.
Esta segmentación puede ser algo costosa, tanto en relación a tiempo, como a dinero. A cambio, ahorraremos mucho dinero a la hora de extender la publicidad.
- Experiencia: Si ya cuentas con algo de experiencia en dicho sector, podemos valernos de ella para lograr buenos resultados. No importarán solo los conocimientos teóricos, ya que la experiencia práctica se considera algo fundamental. Si ya tienes algo de experiencia en los negocios fallidos, lo puedes ver como algo positivo, ya que podrás detectar fallos donde nadie más los verá.
- Plan B: Y si todo sale mal, vale la pena que tengas un “Plan B” con el que puedas seguir adelante.
Así puedes saber si un negocio va a ser rentable.