Una película firmada por Roman Polanski siempre encierra un considerable punto de interés. No importa que a estas alturas sea uno de los directores más longevos del cine (tiene 85 años) ni tampoco de los que ha desarrollado una carrera más variada, con incursiones en géneros muy diversos. En el cine de Polanski se encierra tanto la sabiduría de una larga andadura como una insaciable tendencia a buscar lo novedoso que pueda sorprender al espectador aunque, ciertamente, a estas alturas ya hay poco sorprendente en su forma de entender el cine. En su última película vuelve a un terreno que le resulta especialmente grato, el de la ambigüedad, donde se pueden crear situaciones confusas que se prestan a entendimientos varios, en el siempre atractivo juego de la memoria y la realidad, buscando situaciones que se prestan a múltiples interpretaciones. Dos mujeres coinciden como por casualidad. Una es una escritora de fama, en crisis de identidad; la otra es una joven avispada que encuentra el modo de penetrar en la intimidad de aquella.
En Basada en hechos reales, Polanski juega al desconcierto, a la confusión, a enredar la madeja por donde circulan la verdad y la falsedad que en la pantalla ejecutan dos grandes actrices, Emmanuelle Seigner y Eva Green. Basada en hechos reales tiene una duración de 101 minutos y se puede ver en el Cineclub Chaplin este miércoles, día 12 de diciembre, en versión original con subtítulos en español a las 17, 19,30 y 22 horas en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca.