La Diputación de Cuenca va a colaborar en la restauración de la clámide decimonónica de la imagen de Nuestro Padre Jesús con la Caña. Y así se lo ha hecho saber el presidente de la institución provincial, Benjamín Prieto, en el transcurso de una reciente audiencia en el Palacio Provincial a una representación de la Muy Antigua, Ilustre y Venerable Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús con la Caña de la Semana Santa de Cuenca, integrada por su secretario, Miguel Ángel Rubio Pinedo; su representante ante la Junta de Cofradías, Juan Aurelio Martínez Ortega; y su diputado de cultos, Jorge Lorenzo Martínez Ortega.
Prieto ha recalcado la estrecha relación de la Diputación con las hermandades de la Semana Santa de Cuenca y provincia a lo largo de su historia, colaborando no solo en la adquisición de pasos tras la Guerra Civil, sino también en la restauración de tallas y enseres procesionales. Y es que, tal y como ha destacado, hablar de Semana Santa es hablar de un rico y variado patrimonio artístico, que, sin duda, realza nuestras procesiones y, además, tiene un alto valor sentimental para los hermanos y fieles.
A tenor de la especial sensibilidad del actual equipo de Gobierno de la Diputación para con la conservación y puesta en valor del patrimonio histórico-artístico de la provincia, no es de extrañar, a juicio del presidente, que haya mostrado su disposición a colaborar con esta Hermandad de la capital para recuperar esta joya del siglo XIX.
Y es que, tal y como le han detallado los representantes de la Cofradía conquense, esta clámide fue bordada y donada por Felipe de la Plana en el año 1879; un trabajo sobrio, pero excepcional, elaborado con la complicada técnica de la hojilla. De estilo isabelino, este bordado en oro está confeccionado sobre terciopelo de seda roja con tonalidades púrpura y es, en su opinión, “la joya desconocida del bordado en las hermandades de Cuenca”. Una excepcional obra que, según han explicado, ha sufrido el paso del tiempo, en especial, en la zona del cuello, donde está más deteriorada y que hace necesaria una intervención.
Para Prieto esta recuperación contribuye a valorizar nuestro patrimonio y a embellecer más aún la Semana Santa conquense, declarada de Interés Turístico Internacional, y motivo por el que miles y miles de personas acuden todos los años a la capital para vivirla en primera persona. Sin olvidar, a su juicio, el hecho de que la clámide decimonónica, una vez restaurada, formará parte de una exposición en la Catedral con otras piezas de bordado religioso de Cuenca y provincia, que posibilitará a los conquenses conocer mejor ese bello y rico legado, que hace diferente a esta provincia, junto a su vasto y amplio patrimonio histórico, artístico y, como no, natural.