El compromiso con la sostenibilidad de Mahou San Miguel es uno de los criterios que rigen su actividad y está presente en cada una de sus marcas y productos. Una realidad que adquiere especial trascendencia en el caso de Solán de Cabras, su agua de referencia, debido a que su origen se encuentra, precisamente, en la naturaleza. Por ello, desde la marca trabajan a diario para alcanzar su meta de ser cada vez más sostenibles.
De este modo, a lo largo del año se ponen en marcha diversas acciones que refuerzan su compromiso con su entorno, un filtrado milenario que hace que la composición de su agua mineral natural sea única. Así, Solán de Cabras lleva a cabo trabajos de preservación del acuífero y de su planta de envasado en el manantial de Beteta, en la Serranía de Cuenca, como los realizados recientemente en colaboración con la Junta de Castilla-La Mancha para la recuperación del bosque ripario en la ribera de la Laguna Grande del Tobar. Una iniciativa que giró en torno a un voluntariado medioambiental en el que participó un nutrido grupo de profesionales de la compañía y con la que la marca refuerza, además, su vínculo con los vecinos de la zona.
Otra muestra de esta sensibilidad se encuentra en el acuerdo que Solán de Cabras y la organización WWF han renovado recientemente y cuyo objetivo es impulsar la sostenibilidad de manera transversal. Una colaboración que da continuidad a los proyectos iniciados en 2015 de mejora de los entornos naturales a través de la campaña de protección de incendios en puntos de venta de la Comunidad de Castilla-La Mancha, la reducción de emisiones y el envase sostenible.
En este sentido, y en relación a este último ámbito de acción, destaca el hecho de que Solán de Cabras ya haya apostado por la incorporación de material reciclado en la elaboración de sus envases. De forma más concreta, sus formatos de 5l, 1,5l y de 0,33l ya contienen un 50% de PET reciclado, al igual que las botellas de Solán de Cabras Defence y Solán de Cabras Repair, las aguas funcionales que la marca ha lanzado al mercado recientemente. La marca tiene un firme compromiso con la sostenibilidad, y por ello, irá trasladando esta línea de actuación a otros formatos ya que se trata de una medida que contribuye a cuidar del medio ambiente garantizando la máxima calidad y seguridad del packaging y manteniendo intactas las cualidades milenarias del agua. Asimismo, todos sus envases son 100% reciclables, para contribuir a reducir su impacto ambiental, una realidad que se refleja en sus botellas con un distintivo diferencial. Por otro lado, la marca ha llevado a cabo un importante esfuerzo para reducir el gramaje de sus envases, así como el empleo de papel y cartón.
A ello hay que añadir el trabajo continuado que la compañía lleva a cabo para aumentar la eficiencia logística y mejorar su cadena de distribución a través de la implantación de medidas de movilidad sostenible como, por ejemplo, la optimización de cargas en los containers. Igualmente destacable es el análisis anual del ciclo de vida de sus productos, con el fin de reducir sus huellas de carbono e hídrica.
En palabras de Jesús Núñez, Director General de la Unidad de Negocio de Aguas de Mahou San Miguel, “nuestras marcas siempre han demostrado estar firmemente comprometidas con la preservación del entorno natural y con la sociedad en general, y esto es una premisa presente no sólo en nuestro día a día, también en todas las iniciativas y proyectos que ponemos en marcha. Es nuestra forma de trabajar, que aplicamos desde que desarrollamos nuevos productos hasta que estos llegan al punto de venta. En línea con los valores de la economía circular, se trata de una prioridad en la lucha contra el cambio climático, por lo que seguiremos impulsando estas medidas a lo largo de toda nuestra cadena de valor”.
Somos 2020, un nuevo marco estratégico para impulsar la sostenibilidad
Todas estas medidas responden al objetivo de Mahou San Miguel de optimizar al máximo su comportamiento ambiental y contribuir a la resolución de los nuevos retos que se plantean en la sociedad actual. Para ello, la cervecera acaba de poner en marcha su nuevo Marco Estratégico de Sostenibilidad que, bajo el nombre de “Somos 2020” y a través de la definición de 20 compromisos tangibles y medibles, contribuirá a convertir a la compañía en un referente activo en esta materia en el sector de Gran Consumo. Un objetivo plausible para el que la implicación de Solán de Cabras juega un papel fundamental.
Así, gracias a una inversión de más de 30 millones de euros, la compañía ha establecido una innovadora hoja de ruta para extender la sostenibilidad a su cadena de valor, que se apoya en tres ejes fundamentales: el desarrollo de productos, servicios y experiencias más sostenibles y diferenciales, la creación de alianzas que favorezcan la calidad de vida de las personas y la proyección y el bienestar de sus profesionales a través de nuevas formas de trabajo.
De modo más concreto, en el ámbito ambiental y de aquí a 2020, Mahou San Miguel se compromete a reducir un 10% su huella de carbono y a impulsar proyectos de autogeneración energética; y respecto al consumo de agua, a reducirlo otro 10% para 2025 y desarrollar programas de protección de las fuentes hídricas en sus entornos. Asimismo, promoverá alianzas medioambientales para la protección de la biodiversidad y la prevención de incendios en los entornos en los que está presente. Además, todos sus embalajes y materiales promocionales serán diseñados a partir de criterios medioambientalmente responsables primando los componentes reciclados, reciclables y de menor gramaje, y se fomentará la reutilización hasta lograr que sus envases contengan, al menos, un 50% de PET reciclado, un 70% de vidrio reciclado y un 100% de cartón sostenible.