La falta de definición le pasa factura al Conquense ante un buen Villarrubia (0-2)
jueves 03 de mayo de 2018, 00:03h
El Conquense no tuvo suerte de cara al gol y lo pagó muy caro. En una mañana totalmente aciaga para los intereses locales, la falta de definición y precisión en los metros finales fueron un auténtico lastre para el conjunto de Luis Ayllón, que acabó sucumbiendo ante un Villarrubia, que hoy demostró gran pegada en La Fuensanta, además de ofrecer una buena imagen.
En la primera parte, si hubo algún equipo que mereció irse al túnel de vestuarios con ventaja en el marcador, ese fue el conjunto blanquinegro. Sólo le falto traducir en goles su superioridad. En estos primeros cuarenta y cinco minutos se pudieron contabilizar un puñado de ocasiones a favor del cuadro conquense, sobresaliendo el mano a mano que erró el dinámico ariete nigeriano Adighibe ante el portero villarrubiero Javi Sánchez, cuando un sector de la afición ya se disponía a cantar el primer gol de los suyos.
Por otro lado, tampoco faltó la polémica arbitral. Resaltar que al inicio del primer acto, hubo una jugada controvertida dentro del área visitante, que fue muy protestada por el banquillo conquense, al interpretar un más que posible penalti sobre el extremo conquense, Carlos Bravo, que el Colegiado no estimó como acción punible.
Con tablas en el marcador se llegaría al descanso(0-0).
Tras una buena primera parte, en el segundo acto cambiaron las tornas. Un "anestesiado" conquense, tras perder su autoridad se vio superado en el arranque de este periodo por un Villarrubia que demostró mucho oficio y especialmente una brutal efectividad de cara al marco local. Éste último factor fue determinante en el dictamen final del partido. En los primeros compases del segundo asalto, tras dos goles del cuadro ciudadrealeño: Rubén Moreno(5´) y Paco Tomás (10´), el conquense tiró por la borda todo el buen trabajo realizado previamente.
A partir de ese instante, la Balompédica apeló a la heroica y, con más corazón que cabeza hizo todo lo posible para generar el mayor numeroso de ocasiones, pero una vez más se estrelló con la que fue su gran cruz en este encuentro: la falta de pegada. Si a esto unimos, la soberbia actuación del cancerbero del Formac Villarrubia, los blanquinegros acabaron desquiciados. Fruto del estado emocional de la escuadra de Luis Ayllón, llegaron las expulsiones de Javi Soria y Gérica.
En resumen, después de quince victorias consecutivas en su feudo, los blanquinegros sufren un inesperado accidente en la recta final del campeonato liguero, que seguramente contribuirá para corregir detalles que le permitan seguir creciendo como bloque, de cara a afrontar con las mayores garantías, los partidos de la fase de ascenso a la Segunda División B.