Avanza el Viernes Santo en Cuenca y en nuestro periplo nos encontramos en El Calvario. La Cruz pasa de ser soportada a transformarse en puntal. El Nazareno se transformará en Cristo. Seremos sigilosos notarios de su agonía, de su expiración, del dolor de la Madre que con su Hijo en el regazo se convierte en Angustias.