El presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto, ha reconocido el esfuerzo modernizador del sector vitivinícola de nuestra provincia en busca de la excelencia del producto y le ha animado a continuar apostando por esa calidad como seña de identidad de nuestros caldos. De esta manera, se ha pronunciado durante la entrega de los premios del XXVI Concurso Vinos de Cuenca, que organiza anualmente la Diputación, a través del Patronato de Desarrollo Provincial, y que ha tenido lugar este jueves en el recinto ferial de la Hípica, repitiendo, de esta manera, escenario ante el éxito cosechado en la pasada edición.
Arropado, entre otros, por Paloma García Casado, presidenta del Patronato, y Rafael Catalá, ministro de Justicia y diputado nacional por Cuenca, Prieto ha destacado del Concurso de Vinos su papel fundamental en la promoción de la calidad de los caldos de la provincia, convirtiéndose, después de 26 años, en una herramienta útil y complementaria al esfuerzo de difusión que se viene haciendo desde las bodegas y cooperativas conquenses.
Pero, a su juicio, en este campo todo esfuerzo es poco. Y es que es de la opinión de que en la promoción de la cultura del vino aún queda camino por recorrer, aunque, desde su punto de vista, merece la pena el esfuerzo si se tiene en cuenta el gran potencial del sector vitivinícola en nuestra provincia, sin dejar a un lado nuevas vertientes como el enoturismo. Es por ello que entre los actuales retos se encuentren la promoción de nuestros vinos dentro del mercado nacional, recuperar el consumo en España y aplicar medidas que mejoren la cadena de valor vitivinícola. En este camino considera que todos —administraciones y sector— tienen algo que aportar y deben ir de la mano.
Y, en este sentido, ha recordado que no solo hay que apostar por la calidad del producto, sino que también hay que cuidar su imagen. De ahí que haya invitado al sector a tener en cuenta todos los detalles, desde la elección de la botella hasta el diseño del etiquetado, y para ello ha recordado los buenos profesionales en diseño que tenemos en la provincia.
De todos modos, no ha dudado en subrayar el buen nombre que tienen nuestros vinos en el mercado nacional e internacional, gracias al esfuerzo de todos, desde las bodegas hasta las Denominaciones de
Origen y Pagos, pasando, como no, por los viticultores y los enólogos. En relación a éstos últimos, ha recordado que el congreso celebrado el pasado fin de semana en Cuenca por el Colegio Oficial de Enología de Castilla-La Mancha, donde ha quedado patente el papel fundamental que juegan estos profesionales en el resultado final de nuestros vinos y, por lo tanto, en su posicionamiento en el mercado, codeándose y compitiendo de tú a tú con caldos franceses, italianos, argentinos, chilenos, etc.
Una evolución de nuestros caldos en la que ha tenido un papel destacado Gregorio Martín-Zarco, después de casi quince años al frente de la Denominación de Origen Mancha. No es de extrañar que haya querido rendirle un pequeño homenaje en reconocimiento a su encomiable trabajo en favor del sector.
Y llegados a este punto no ha olvidado la cada vez más creciente presencia de los vinos ecológicos. Y, de hecho, ha destacado que en esta vigésimo sexta edición del Concurso Vinos de Cuenca lo han presentado cinco bodegas: Cooperación Nuestra Señora del Rosario (El Provencio), Cooperativa Dulce Nombre de Jesús (Villarta), Bodegas Fuente del Águila (Villamayor de Santiago), Bodegas y Viñedos Fontana (Fuente de Pedro Naharro) y Bodegas Gardel (Las Mesas).
Prieto ha querido concluir su intervención felicitando a los galardonados y animando a todos a seguir mejorando con el fin de que la cultura del vino se vaya afianzando mucho más y los vinos conquenses ocupen el lugar que se merecen.
GalardonesUna edición ésta que ha venido marcada no solo por la excelente calidad de los vinos, sino también por la cifra récord tanto en participación de bodegas, con un total de 32 procedentes de 27 municipios de la provincia como en el número de vinos presentados con 155.
Esa calidad generalizada de los caldos ha puesto muy difícil las cosas a los veinte profesionales que han conformado los cuatro comités de cata a la hora de determinar los distintos premios. En consecuencia, desde el Patronato se ha optado, al igual que se hizo el año pasado por primera vez, por premiar en cada categoría a los vinos con las tres mejores puntuaciones, por lo que se ha dado la circunstancia de que hay casos en los que el premio (1º, 2º o 3º) es compartido por dos, tres y hasta cuatro caldos al haber obtenido la misma puntuación.
De ahí que, a pesar de establecerse, como siempre, tres premios por cada una de las cinco categorías, hay un total de 23 vinos galardonados de 15 bodegas de 14 municipios de la provincia.
De ellas, las cooperativas Dulce Nombre de Jesús (Villarta) y La Magdalena (Casas de Haro) han acaparado el mayor número de galardones con tres vinos premiados cada una. Le han seguido, con dos premios, las cooperativas La Vid y la Espiga (Villamayor de Santiago), Purísima Concepción (Fuente de Pedro Naharro), Nuestra Señora del Rosario (El Provencio) y Nuestra Señora de la Soledad (Fuente de Pedro Naharro), mientras que las siete restantes solo han visto reconocido uno de sus vinos.
Premios por categoríasEn concreto y por categorías, indicar que en blancos el primer premio ha sido para el vino Vegabrisa Blanco Sauvignon Blanc 2017, de la Cooperativa La Vid y la Espiga (Villarmayor de Santiago); el segundo galardón le ha correspondido a Bodegas y Viñedos Fontana (Fuente de Pedro Naharro) por su vino Oveja Blanca, Blanco Moscatel 2017; y el tercero ha sido compartido por tres caldos: Villavid Woman Soul Blanco Verdejo 2017 y Villavid Blanco Verdejo 2017, de la Cooperación Dulce Nombre de Jesús (Villarta) y Vegabrisa Blanco Airén 2017, de la Cooperativa La Vid y la Espiga (Villamayor de Santiago).
Pozo Castillo Rosado Bobal 2017, de la Cooperativa Castijorge (Castillejo de Iniesta) se ha hecho con el máximo galardón en rosados, mientras que Antares Rosado Lágrimas de Bobal 2017, de la Cooperativa Nuestra Señora de la Estrella (El Herrumblar), ha conseguido el segundo puesto y el tercero se lo han repartido Hoya Montés Rosado Bobal 2017, de Cooperativa San Antonio de Padua (Villalpardo) y Altos de Vaycu Rosado 2017, de la Cooperativa La Aliaguillera (Aliaguilla).
En tintos jóvenes la primera posición ha sido para PedroHeras Tinto Syrah-Tempranillo 2017, de la Cooperativa San Isidro Labrador (Las Pedroñeras); el segundo ha recaído en Solmayor Tinto Tempranillo 2017, de la Cooperación Nuestra Señora de la Soledad (Fuente de Pedro Naharro) y Teatinos Tinto Syrah 2017, de la Cooperativa Purísima Concepción (Casas de Fernando Alonso); y el tercero ha sido para el vino Villavid Tinto Tempranillo 2017, de la Cooperativa Dulce Nombre de Jesús (Villarta).
En cuanto a los tintos de más de 2 años, la Cooperativa La Magdalena, de Casas de Haro, ha acaparado tanto el primer premio con Vega Moragona Tradición Tinto Cabernet Sauvignon Crianza 2015, como el segundo, en este caso, con dos caldos: Vega Moragona Tradición Tinto Syrah Crianza 2015 y Vega Moragona La Duna Tinto Tempranillo 2015. El tercer galardón ha ido a parar a Pozoamargo, al Casa Gualda OAK Tinto Tempranillo Crianza 2015, de la Cooperativa Nuestra Señora de la Cabeza.
Completa el elenco de este año los vinos premiados en la categoría de tintos de más de 3 años, donde ha conseguido el máximo galardón Gladium Viñas Viejas Tinto Tempranillo Crianza 2012, de la Cooperativa Nuestra Señora del Rosario (El Provencio), que también se ha hecho con el segundo premios, en este caso con Canforrales Tinto Tempranillo Reserva 2013, que lo compartido con Puente de Rus Tinto Tempranillo Reserva 2010, de la Cooperativa Nuestra Señora de Rus (San Clemente), Renovatium Tinto Syrah-Tempranillo 2013, de Bodegas Viñas del Cabriel (La Pesquera) y Solmayor Tinto Tempranillo Crianza 2013, de la Cooperativa Nuestra Señora de la Soledad (Fuente de Pedro Naharro). Cierra esta categoría Teatinos Signum Tinto Crianza 2011, de la Cooperativa Purísima Concepción (Casas de Fernando Alonso).