Triunfo incontestable del Casas Colgadas en tierras andaluzas

Con la consigna “prohibido fallar” afrontaba el Club Conquense de Billar “Casas Colgadas” su partido correspondiente a la 2ª jornada de la Liga Nacional de 2ª División de Billar a Tres Bandas. El Club Billar Ubeda era un rival directo en la lucha por los puestos de honor de la competición, por lo que se antojaba imprescindible puntuar en su visita a la localidad jienense, ya que en los próximos compromisos habrá que enfrentarse a Club Billar Gandía y Alicante Billar Club, dos combinados demasiados fuertes para la categoría en la que militan, los cuales, casi con toda seguridad, acabarán copando los dos primeros puestos, que garantizan jugar los play off de ascenso a 1ª División, en Mayo de 2018.

No se esperaba, por tanto, un partido cómodo. Había que trabajar mucho y bien para conseguir algo positivo de las pétreas “Sam” del remozado club ubetense.

Con este 2-6 favorable para “Casas Colgadas”, los conquenses ascienden a la 1ª posición del Grupo, inmediatamente por delante de alicantinos y gandienses, aunque, eso sí, con un partido disputado más que ellos. Cierran la clasificación Club Billar Lorca y Club Billar Ubeda.

Un partido clave para la consecución final de los dos puntos, fue el disputado por FRANCISCO ROMERO frente al veterano Ricardo Delgado. El alcazareño del “Casas Colgadas” nos ofreció su mejor versión, con un juego fluido, elegante y eficaz, que dejó sin argumentos a su pertinaz oponente (24-40).

Por el contrario, JAVIER MORA, tras la espléndida primera parte de su enfrentamiento con el joven Cristóbal García (15-21), vivió un 2º acto donde las bolas no le rodaron, y, todo hay que decirlo, la fortuna se alió claramente en su contra, para acabar sucumbiendo en un aciago final de partido (35-31).

Tras este ligero contratiempo, los albaceteños del “Casas Colgadas”, JORGE SÁNCHEZ y JOSÉ VICENTE acabaron restableciendo el orden, con sendas victorias sobre los locales Pedro J. Orcera (18-25) y Blas Sánchez (29-40). El primero con un inicio muy irregular, pero controlando siempre la situación, sobre todo defensivamente, a la vez que resolvía con acierto complicadas posiciones sobre la mesa de juego. El segundo con mucho orden en su juego y alta definición, como mandan los cánones billarísticos.