El abogado defensor de Sergio Morate ha afirmado que se ha buscado un culpable en el juicio por los asesinatos de Marina Okarinska y Laura del Hoyo, y que se ha hecho coincidir la investigación para que las pruebas encajen, a la vez que ha puesto en duda muchas de las presentadas en la vista.
En su alegado final ante el tribunal del jurado que juzga a Morate, el letrado José Javier Gómez Cavero ha cuestionado pruebas como el ADN en la botella que se encontró junto a la fosa en la que fueron enterradas las dos jóvenes y la confesión que habría hecho el procesado a los policías que lo escoltaron hasta Cuenca, dando detalles sobre los crímenes.
José Javier Gómez Cavero ha recordado al jurado popular la presunción de inocencia de Morate, subrayando que él no tiene que demostrar su inocencia, sino que la acusación tendría que haber presentado pruebas contundentes, por lo que ha pedido su libre absolución.
Al igual que en su alegato inicial, ha comparado la investigación con "un cartel en blanco en el que se lanza un dardo, y alrededor del lugar en que se clava se dibuja la diana", resaltando que no se han buscado "otras alternativas, otras vías" y que muchas piezas del puzzle "se han forzado o incluso inventado".
La defensa ha hecho hincapié en que no había restos de ADN en el piso donde supuestamente se cometieron los crímenes, que según los peritos "no había sido limpiado, tenía polvo", y ha señalado que este hecho es "incompatible" con el forcejeo que habría mantenido Laura del Hoyo al ver lo ocurrido a su amiga.
Asimismo, ha inquirido al jurado si no les genera una "duda" el hecho de que en la botella que apareció junto a los cadáveres sólo se encontrase ADN de Morate en una de las tres pruebas realizadas entre el 14 de agosto y finales de noviembre, y ha apuntado la posibilidad de que resultase "contaminada" por otras pruebas.
Morate por su parte, no ha querido hacer uso de su derecho a la última palabra y ha salido minutos después de las 14:30 entre los insultos de los familiares.