El vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha avanzado hoy en Landete (Cuenca) que el Ejecutivo del presidente García-Page está trabajando para que el próximo Consejo de Gobierno pueda aprobar la propuesta de techo de gasto de los presupuestos regionales de 2018.
Martínez Guijarro, que ha visitado esta localidad conquense con motivo de sus fiestas patronales, ha señalado que una vez que se aprueben las cuentas públicas de este año, previsiblemente a finales de agosto, “se ejecutarán este año” y el Gobierno regional quiere avanzar ya en los próximos presupuestos.
Y es que, como ha indicado, los presupuestos son una herramienta “fundamental” de toda Administración para resolver los problemas de los ciudadanos, permitiendo ejecutar inversiones en materia de Educación, Sanidad y Servicios Sociales, entre otros. En este punto, se ha mostrado convencido de que con la aprobación de los presupuestos de 2017 y 2018 “se va a apreciar una notable recuperación de los servicios públicos y una mejora de las infraestructuras públicas en Castilla-La Mancha”.
Martínez Guijarro ha subrayado que “los ciudadanos van a poder percibir las diferencias que hay entre un Gobierno que cree y apuesta por esta región y por los servicios públicos, y otro, con Cospedal a la cabeza, que estaba más preocupado por otros asuntos que de resolver los problemas que tenían los ciudadanos de Castilla-La Mancha”.
Un espectáculo “bochornoso”
Del mismo modo, el vicepresidente primero se ha referido a lo ocurrido en la Comisión de Presupuestos de las Cortes regionales calificándolo de “espectáculo bochornoso” tras la actuación del Grupo Parlamentario Popular. A su juicio, los representantes del PP “han intentado degradar una Institución que representa a la soberanía de todos los ciudadanos de esta Comunidad Autónoma”.
“Ni los ciudadanos de Castilla-La Mancha ni los votantes del PP se merecen el espectáculo que han dado los miembros del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes”, ha dicho Martínez Guijarro, quien ha achacado su actuación a que “pueden estar muy cabreados porque tenían la esperanza de que desde el Gobierno no fuéramos capaces de desbloquear la situación presupuestaria”.