La música tradicional, los ‘paloteos’ y las dulzainas del grupo Voces y Esparto sonaron ayer en la Plaza Mayor de Cañete a última hora de la tarde. Las jotas, seguidillas, fandangos y otros bailes y canciones tradicionales pusieron la guinda final a una XIX edición que puede decirse, sin temor a equivocarse, que ha sido una de las más multitudinarias y completas de los últimos años. Antes del comienzo de la actuación, tomó la palabra el historiador Miguel Romero Saiz. Tanto él como el Diputado de Cultura Francisco Doménech, presente igualmente en el acto, quisieron destacar la importante labor realizada por la Asociación Cultural Olcades, de la que Voces y Esparto forma parte, que ha permitido rescatar una buena muestra de la tradición oral, las canciones, bailes, trajes regionales y otras muchas costumbres de todos los pueblos de la Alcarria, la Mancha y la propia Sierra de Cuenca. Se puso en valor también la labor que en Cañete realiza la Asociación de Mujeres, que recibió un obsequio como reconocimiento a todos los esfuerzos y desvelos que realiza a lo largo del año. E igualmente se quiso reconocer el importante papel jugado por todos y cada uno de los colectivos culturales y sociales que trabajan en la localidad.
Desde primera hora de la mañana Som de Traca y Cenáculo Teatro animaron el ambiente del mercado, los primeros demostrando su pericia con sus instrumentos, tal y como han venido haciendo durante todo el fin de semana, los segundos demostrando su capacidad para divertir y entretener a grandes y pequeños. El mercado medieval presentó una mayor actividad que en la jornada del domingo en ediciones anteriores. El buen tiempo y el excelente ambiente invitaban a la participación. Los más pequeños pudieron disfrutar con numerosas actividades a lo largo de la mañana, desde el tiovivo ecológico, pasando por el tren de madera y las coclchonetas, hasta el cuentacuentos o el taller de equilibrios. Destacado durante todo el fin de semana ha sido el papel desarrollado en el Rincón Infántil, con un sinumero de actividades de cortar y pegar, talleres creativos, cuentos y otros muchos entretenimientos que han servido para crear un ambiente ideal para los niños. Maese Hellequin y su espectáculo ‘Diógenes y su síndrome’, completaron un fin de semana de ambientación y fiesta en el espacio del Huerto de Doña Julia.
Cañete es un marco inmejorable para un evento como La Alvarada y así quiso ponerlo de manifiesto Miguel Romero Saiz, doctor en Historia y cronista oficial de la villa, durante la visita guiada que estaba programada para las doce del mediodía. Cerca de medio centenar de personas pudieron conocer de primera mano el riquísimo patrimonio monumental con el que cuenta esta pequeña población serrana: sus murallas de origen árabe, sus entradas fortificadas, la Plaza Mayor porticada… y otros muchos más recovecos plagados de historia y tradición. Cañete es uno de los mejores conjuntos histórico-artísticos de la provincia, enclavado además en una zona de gran riqueza paisajística. Su gastronomía y su importante oferta para el alojamiento, hacen de esta villa uno de los destinos turísticos más interesante de toda la Serranía. Aunque sin duda, uno de los mayores valores con los que cuenta esta población es la pasión enorme y el impagable esfuerzo que algunos de sus vecinos, empezando por el propio Miguel Romero, realizan para promover la cultura y el desarrollo de la comarca. Una muestra de ello es precisamente el acto que se desarrollaba ayer, pero también el resto de conferencias, exposiciones, visitas guiadas, etc. que se han venido organizando a lo largo de la semana.
Después de la Eucaristía del domingo, el grupo de teatro Los Álvaros regresó a escena. Si el pasado viernes representaron en la Plaza Mayor el trasiego y las andanzas de los mudéjares y moriscos por las tierras de Cañete, ahora era el momento de concluir la aventura con la definitiva conversión al bautismo de una de aquellas familias en la Ermita del pueblo. Don Pablo Rojo, quiso prestarse a participar en esta pequeña escenificación, y es que es necesario destacar la gran implicación del párroco cañetero con La Alvarada de Cañete. El propio Miguel Romero realizó una pequeña introducción histórica antes de la representación y los actores locales de Los Álvaros demostraron de nuevo su buen hacer ante los asistentes. Aunque cabe matizar que esta compañía de teatro local no es profesional, sino que simplemente está formada por amantes del teatro y, sobre todo, por apasionados de su tierra y tradiciones, es necesario destacar su involucración en un evento como es la Alvarada Medieval. Los Alvaros han estado presentes en todas y cada una de sus diecinueve ediciones, ensanchando su grosor con el paso de los años con la incorporación, puntual o definitiva, de otros actores y colaboradores, procedentes muchos de ellos de los pueblos de alrededor. Para esta edición, el despliegue era de unas treinta y cinco personas entre actores, bailarines, rondalla o músicos de otra índole, los cuales han estado presentes tanto en la representación del viernes como en la escenificación durante la misa del domingo.
Este año la tarde de la jornada de clausura de La Alvarada prometía ser nuevamente espectacular, y es que el palenque de Cañete pudo vibrar por segunda vez durante el fin de semana con la puesta en escena de Legend. Los protagonistas del torneo quisieron presentar a los cañeteros su espectáculo ‘El juicio de Dios’, y estaba claro que las espadas, los escudos y las justas a caballo iban a estar de nuevo presentes sobre la arena del Huerto de Doña Julia. Las brujas también tuvieron protagonismo en el acto. La pira estaba preparada para una de ellas, pero como en las buenas historias, terminó por aparecer un caballero dispuesto a hacer frente a los acusadores. El choque de espadas fue inevitable y el público pudo disfrutar de un nuevo espectáculo repleto de acción y emoción.
Balance satisfactorio de esta XIX Alvarada
La celebración de ‘El juicio de Dios’ por la tarde y el concierto de Voces y Esparto al caer la noche clausuraron la XIX edición de La Alvarada que, un año más, ha finalizado de forma exitosa. Este año todos los miembros de la Comisión Organizadora han coincido en destacar el valor fundamental que supone el esfuerzo de todas las personas que cada año trabajan haciendo posible La Alvarada, algunas de ellas caras conocidas de la fiesta, pero otros muchos, cañeteros y personas de fuera que trabajan voluntariamente, en silencio o de forma oculta la más de las veces, sin mayor gratificación que el propio buen desarrollo del evento. Tareas tan poco agradecidas como cocinar, trabajar en el montaje, control de accesos a los espectáculos, labores de limpieza o mantenimiento, etc., pero que a la vez son esenciales para el buen funcionamiento de cada una de las actividades, son las que los miembros de la Comisión han querido destacar por encima de todo.
La Alcaldesa de la localidad, Sagrario Ibáñez, también ha agradecido profundamente el trabajo de todos esos voluntarios y colaboradores que han hecho posible esta XIX Alvarada: «Creo que la labor de todos y cada uno de ellos no sólo es necesaria sino también imprescindible. Esta fiesta no sería posible si nos faltara uno solo». Orgullosa por el buen hacer de todos, ha destacado que «con gente así se hace grande un pueblo».
Por su parte, la Agente de Desarrollo Local, Azucena Lanza, ha valorado el hecho de que esta nueva edición haya gozado de un mayor número de visitantes que las anteriores: «Ha habido más gente que ningún otro año, pero no sólo en los actos del Huerto de Doña Julia, también en las conferencias y en las actividades más culturales que se han llevado a cabo en la iglesia de San Julián». También ha querido resaltar la espectacularidad que este año ha tenido el mercado y ha valorado como un gran éxito el esfuerzo de quienes lo hacen posible pese a todas las dificultades inherentes a la organización de un evento de estas características. Ha querido destacar además la buena disposición y la gran labor realizada por todos los trabajadores del Ayuntamiento. También ha elogiado los desvelos del «batallón de personas que trabaja por detrás de aquellos que realizan las labores más visibles», destacando el hecho de que este año haya habido nuevas incorporaciones a la Comisión Organizadora de La Alvarada.
Para Azucena Lanza, tal y como ha destacado ya en otras ocasiones, es fundamental el apoyo del Ayuntamiento de Cañete y la Diputación Provincial de Cuenca, así como de otras instituciones, para que un evento de las dimensiones de La Alvarada se pueda llevar a cabo de manera exitosa. La Universidad de Castilla-La Mancha, entidades financieras como Globalcaja o Liber-Bank, así como muchas de las empresas existentes en la comarca, tales como Norel, Solera S.A. o Fuente Liviana, hacen que cada año este evento salga adelante. Es por ello que ha agradecido la colaboración de todos ellos, y también la de los numerosos negocios locales, tanto de restauración como de otra clase, que de una u otra forma han participado y colaborado en el buen desarrollo de la fiesta.
Miguel Romero, por su parte, expresó ayer que ésta «ha sido una de las mejores Alvaradas en todos y cada uno de sus aspectos. Con actividades más completas que en ediciones anteriores y una mayor asistencia de público, gracias a la presencia de gentes venidas desde diferentes rincones de España». Quiso agradecer además la buena disposición de la Corporación municipal, así como la labor de todos los colectivos y asociaciones culturales que trabajan en el pueblo: «Ha sido una de las Alvaradas con mayor participación también de gente de Cañete». Puso igualmente el acento en el esfuerzo realizado por Los Alvaros, y también en la labor de ambientación de los diversos grupos de recreación histórica. No olvidó tampoco la implicación del Coro Parroquial de Cañete, que participó en la misa cantada durante la visita a la capilla del Espíritu Santo de la catedral de Cuenca, que él mismo pudo encabezar durante el pasado miércoles.
Miguel Romero ha querido insistir también este año en el hecho de que el Certamen de Relato Histórico ‘Álvaro de Luna’ haya cumplido su decimoquinta edición, con un recuerdo especial para quienes cada año realizan las labores de evaluación de las decenas de obras que se presentan desde todas partes de España, y ocasionalmente también desde el extranjero. Hay que reconocer el trabajo que durante todos estos años han realizado en ese sentido algunas personalidades del mundo de la cultura, así como apasionados de las letras e incluso alguno de los ganadores en ediciones anteriores. Nombres como los de Amparo Ruiz Luján, Anabel Sáiz Ripoll, Gaspar Badal Salvador o el especialmente recordado Juan José Gómez Brihuega, que a lo largo de todos estos años han hecho posible la celebración de este importante certamen literario gracias a su participación como miembros del jurado.
Por otra parte, el que suscribe, como miembro integrante de la Comisión Organizadora, quiere agradecer también la atención prestada por los diferentes medios de comunicación a una fiesta de tanta relavancia como es La Alvarada. También el apoyo inestimable del fotógrafo Alberto Asensio y de todas aquellas personas que han contribuido con sus fotos, comentarios e indicaciones al buen desarrollo de la labor de comunicación de nuestra Comisión.
Desde hoy mismo, tal y como indicó ayer el propio Miguel Romero en el previo de la actuación de Voces y Esparto, la Comisión Organizadora comienza ya a trabajar para que la XX edición de La Alvarada Medieval sea tan espectacular y emocionante como lo ha sido la de este año.
Miguel A. Badal