La Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO Cuenca defiende la modernización de la línea Aranjuez-Cuenca-Valencia, vital para el desarrollo económico local. Exigen inversión y critican el cierre propuesto por el gobierno, abogando por una estrategia unificada que priorice las necesidades ferroviarias de la provincia.
La Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO Cuenca, en la que se integra el Sector Ferroviario de CCOO, aprobó en su reciente Congreso Provincial una resolución en la que reitera que seguirá defendiendo hasta el final la línea de ferrocarril Aranjuez Cuenca Valencia, exigiendo una inversión para su modernización, como la que se adjudicó el año pasado en la provincia de Valencia, entre Buñol y Utiel. Judicialmente, sigue pendiente la resolución del Tribunal Supremo al recurso del sindicato a la decisión del gobierno central de cerrar la línea
Para la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO Cuenca esa inversión “es imprescindible para aprovechar las potencialidades que la existencia de esta infraestructura tiene para el desarrollo social y económico de la provincia de Cuenca, para su capital, para la comarca de Tarancón por su situación estratégica a 300 kilómetros del puerto de Valencia y para favorecer el desarrollo de las dos comarcas de la España vaciada de nuestra provincia, como son la Alcarria y la Serranía Baja de Cuenca”.
El recién elegido secretario general de FSC CCOO Cuenca, Castellano Bobillo, ha recordado que desde las diferentes estructuras del sindicato llevan reivindicando desde hace más de treinta años la necesidad de una política inversora que modernizara la línea de ferrocarril Aranjuez Cuenca Valencia, ante las amenazas que pesaban sobre ella.
“Impulsamos y fuimos creadores de la Comisión de Defensa del Ferrocarril en los años noventa del siglo pasado y de la Plataforma de Defensa del Ferrocarril Público y Social de Cuenca, creada en el año 2010, plataformas en las que participaban fuerzas políticas y sociales de la provincia y que trabajaban en colaboración con los Ayuntamientos afectados, y que han participado en las movilizaciones que se han venido produciendo en los últimos años, en los que el deterioro por el abandono institucional a la que estaba sometida han sido más intenso, expulsando a los potenciales usuarios”, remarca.
Bobillo lamentó que en Cuenca se rompiera esa estrategia de unidad de acción entre instituciones, organizaciones políticas y sociales, sindicatos e incluso representación del ámbito empresarial como la Cámara de Comercio. Y ha puesto el ejemplo del pacto social por el ferrocarril que firmaron recientemente en Albacete: CCOO, UGT y la Confederación de Empresarios (FEDA) para hacer frente común en la defensa de los intereses de su tierra en materia de comunicaciones ferroviarias, y para crear una mesa de trabajo permanente para el estudio y definición de propuestas en materia de comunicaciones ferroviarias dirigidas a completar las necesidades de Albacete y provincia, aparte de propuestas concretas en mejora de servicios y líneas.
“En Cuenca se opta por la estrategia de los hechos consumados para imponer una decisión político-administrativa y para intentar convencer a la ciudadanía conquense de que la llegada de inversiones para el ‘Plan x Cuenca’ pasa por cerrar un tren que contra toda evidencia califican de ‘obsoleto y caduco’; para así, de paso, levantar las vías y liberar espacio en el centro de la capital.”
“No se trata de elegir entre el Plan X y una línea ferroviaria mal gestionada, abandonada y despreciada por el Ministerio y los partidos que la han administrado, especialmente desde 2007. La cuestión es optar por una línea modernizada con una inversión razonable, frente a un Plan X que consideramos inadecuado y que representa el desentendimiento del Estado con las necesidades de nuestra provincia, no solo de la capital”.