El presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, subrayó la importancia del cooperativismo agroalimentario para el desarrollo territorial y la lucha contra la despoblación en Cuenca. Las cooperativas generan empleo y un volumen de negocio significativo, aunque enfrentan retos como la falta de relevo generacional y competitividad.
El presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, ha destacado la importancia que el tejido cooperativo asociado al sector agroalimentario tiene para la vertebración de un territorio como Cuenca realzando la labor que llevan a cabo y su vinculación con los pueblos donde en muchos casos suponen la única empresa que existe y que además son una industria que no se puede deslocalizar por lo que la Diputación seguirá apoyando y mimando como un aliado indispensable en la lucha contra la despoblación.
Así lo ha trasladado durante la presentación del informe sobre la relevancia socioeconómica del cooperativismo agroalimentario en la provincia de Cuenca realizado por Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha en la que han participado el presidente, Ángel Villafranca; su director general, Juan Miguel del Real; y el diputado de Emprendimiento, Reto Demográfico y Agricultura, Javier Cebrián.
Martínez Chana ha destacado la profesionalidad del trabajo realizado por Cooperativas que sirve para analizar la situación del sector, conocer las potencialidades que tenemos en la provincia y planificar hacia dónde queremos avanzar por lo que, ha recordado, desde su llegada a la Diputación la colaboración con esta entidad se ha incrementado un 150% para que puedan seguir desarrollando esta importante actividad.
En este sentido, ha subrayado que el modelo productivo de las cooperativas es perfecto para una provincia como Cuenca como demuestra que el 31% por ciento de nuestros pueblos cuenten con una cooperativa de primer grado y que más de la mitad de las 133 que existen en la provincia estén en pueblos de menos de 1.000 habitantes. Además, ha recordado que en muchos casos son la única empresa que existe y que si desaparecieran lo haría en el empleo en esos pueblos apuntando que de acuerdo a los datos del estudio las cooperativas dan trabajo de forma directa a más de 1.500 personas en la provincia y más de 28.600 familias viven de este modelo.
Por su parte, el presidente de Cooperativas Agroalimentarias ha señalado que las 139 cooperativas de la provincia de Cuenca generan un volumen de negocio de más de 416 millones de euros de las que 35 de ellas suponen cerca de la mitad de ese volumen de negocio. Un negocio que se agrupa en sectores como el vino con 166,3 millones, las frutas y hortalizas con 56,3 millones o la comercialización de cultivos herbáceos con 31,7 millones.
En este sentido, Villafranca ha querido destacar que uno de los retos que tienen el sector en Cuenca es la agrupación para crecer y ser más competitivos al explicar que si la media de facturación de las cooperativas conquenses se sitúa en 2,6 millones está lejos de la media regional de 4,3 millones o la nacional que se sitúa en los 9,2 millones por lo que ha abogado por trabajar para que los jóvenes sigan tirando de las cooperativas apuntando a la falta de relevo generacional como otro de los desafíos a los que se enfrentan.
Asimismo, ha puesto en valor el trabajo que realizan en la gestión de las tierras cuando los socios se jubilan evitando que se abandonen y propiciando que puedan servir para la incorporación de nuevos jóvenes que vean en este sector una forma digna de labrarse un futuro.
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