En una noche cargada de fervor y devoción, la comunidad semana santera se reunió para vivir uno de los momentos más esperados de la Cuaresma conquense: el Vía Crucis organizado por la Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Amarrado a la Columna.
La jornada comenzó con la celebración de la tradicional Misa en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Luz, presidida por el Obispo de la Diócesis de Cuenca, Monseñor José Mª Yanguas. El Coro de Cámara “Alonso Lobo” acompañó con su música este momento de recogimiento y oración.
Una vez finalizada la misa, alrededor de las 20 horas, dio inicio el Vía Crucis. La imagen de Nuestro Padre Jesús Amarrado a la Columna, sin el sayón que le azota en cada Jueves Santo, fue portada por los banceros del desfile de Paz y Caridad. A lo largo del recorrido, la procesión se detuvo en catorce estaciones para reflexionar sobre la Pasión de Cristo, siendo los propios fieles quienes dirigieron estas reflexiones, acompañando el cortejo con velas encendidas y plegarias.
Una novedad destacada de este año fue la presencia del "Trío de Capilla de Cuenca", que por primera vez acompañó a la imagen del Señor Amarrado. Con sus instrumentos habituales (clarinete, oboe y fagot), este trío de capilla proporcionó una emotiva banda sonora al Vía Crucis, alternándose con los cantos del pueblo fiel y enriqueciendo aún más esta experiencia espiritual.
El Vía Crucis por el barrio de San Antón se consolida así como un momento de encuentro, reflexión y fe para toda la comunidad, fortaleciendo los lazos de devoción hacia Nuestro Padre Jesús Amarrado a la Columna en esta época de preparación para la Semana Santa.