Más de 60.000 personas han disfrutado de las actividades de Educación Ambiental programadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha en la provincia de Cuenca a lo largo de todo el año 2010. Una completa y variada programación dirigida a concienciar a la sociedad de la importancia de preservar nuestro entorno.
Además, cerca de 3.000 escolares de 39 centros educativos de la provincia conquense han participado en actividades sobre esta materia realizadas en la propia aula, en espacios incluidos en la Red de Áreas Protegidas y en equipamientos de educación ambiental. Todo ello les ha permitido conocer de manera monitorizada los principales recursos de nuestro patrimonio natural, así como la importancia de su conservación.
Este es el caso del Centro Cinegético Experimental ‘El Hosquillo’, la Escuela Regional de Pesca de Uña, el Aula de la Naturaleza de Tejadillos, el Centro de Recuperación de Fauna Amenazada ‘El Ardal’, el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, el Monumento Natural de Palancares y Tierra Muerta, la Reserva Natural ‘Hoces del Cabriel’, el Monumento Natural ‘Nacimiento del Río Cuervo’, Monumento Natural de la ‘Hoz de Beteta y Sumidero de Mata Asnos’, o Reserva Natural de la Laguna de El Hito.
Aprender a convivir con gentes de otros lugares y otras edades, conocer a fondo el medio natural, cuidar de los seres que conviven en sus distintos ecosistemas o formarse en diferentes temas relacionados con el medio ambiente son experiencias que se llevan consigo quienes participan en las actividades de voluntariado ambiental promovidas por el Gobierno regional.
Para el delegado provincial de Agricultura y Medio Ambiente, Rodrigo Molina, se trata de “una de las mejores alternativas de participación de la ciudadanía en la conservación y mejora de nuestro entorno, además de ser una valiosa herramienta desde el punto de vista de la Educación Ambiental”.
Así, Molina recordó que a lo largo de este año se han realizado dos campos de trabajo en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, y otros dos en el Monumento Natural de Palancares y Tierra Muerta. El trabajo de los voluntarios en estos entornos ha permitido la mejora de senderos, la limpieza del embalse de la Toba, el anillamiento científico de aves, la colocación de cajas nido, el seguimiento de halcones de Eleonora, la realización de encuestas de uso público y conteo de visitantes, o la revisión de puntos negro para la fauna, entre otras actividades.
A estos campos de trabajo se suman actividades de voluntariado ambiental durante los fines de semana. Los objetivos conseguidos en todas ellas han sido el conocimiento de los recursos naturales de la provincia, la sensibilización sobre la problemática y principales amenazas de conservación de especies de fauna y flora y de los ecosistemas naturales, y la realización de medidas de actuación preventivas y correctoras desde la participación activa por parte de los voluntarios.
Por otra parte, el responsable provincial de Agricultura y Medio Ambiente señaló que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha colaborado económicamente para la realización de 17 proyectos de sensibilización en la provincia de Cuenca.