El Ministerio del Interior mantiene la previsión de iniciar en el segundo trimestre de este 2024 las obras de la sede definitiva en Cuenca del Centro de Estudios Penitenciarios (CEP), de cuya puesta en marcha se cumplen dos años el próximo mes de marzo y que está suponiendo un fuerte impulso en sectores de la ciudad, como el ocio nocturno o el mercado de alquiler inmobiliario.
Fuentes del Ministerio han confirmado a EFE que ya ha finalizado el concurso y se están formalizando los trámites de adjudicación para las obras de remodelación de la antigua escuela-hogar y colegio “San Julián”, que será la ubicación definitiva del Centro en la capital conquense.
La construcción del Centro de Estudios Penitenciarios de Cuenca tiene una dotación de 11,3 millones de euros por parte del Estado, y su primera fase consistirá en el derribo de todas las instalaciones y divisiones interiores del edificio, a fin de dejar los espacios diáfanos.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha hecho un balance muy positivo del impacto de este centro, y ha afirmado que “se nota en las calles” cuando llegan los funcionarios para recibir su formación, porque “es gente que tiene que convivir en la ciudad, y comer, dormir y divertirse durante varias semanas”.
El CEP comenzó a funcionar en marzo de 2022 con algo más de 450 alumnos, y Dolz ha reconocido a EFE la relevancia de ese aumento temporal de población para una ciudad de apenas 55.000 habitantes, ya que durante 2023 pasaron más de 2.000 personas por las distintas actuaciones de formación.
Asimismo, ha aplaudido lo que supone de difusión para Cuenca “ya que estas personas tienen familiares que les visitan, y luego dan a conocer Cuenca en sus lugares de origen”.
Desde la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo reconocen que el efecto del Centro de Estudios Penitenciarios lo están notando más los bares y el ocio nocturno que el sector hotelero o los restaurantes.
El secretario de la Agrupación, Diego López, ha explicado a EFE que “el grueso de los alumnos son gente de veintitantos años, que acaba de aprobar una oposición y que viene aquí a finiquitar la oposición, pero también viene a pasárselo bien”.
En este sentido, ha reconocido que “una persona que viene a Cuenca tres o cuatro semanas no se queda en un hotel, eso es poco realista”, por lo que estos establecimientos lo están notando menos, aunque sí admite que se notan los cursos “de corta duración, de dos o tres días” y, esporádicamente, las visitas familiares de los estudiantes.
De la misma manera, reconoce que es una población que vive de alquiler y “no come en restaurantes, come en su casa; pero sí que salen de cañas, o por las noches” y cree, como el alcalde, que es beneficioso para Cuenca porque “todas las acciones suman y luego se encargan de dar a conocer la ciudad” cuando acaban la formación.
Otro de los sectores donde se hacen notar los estudiantes del Centro de Estudios Penitenciarios es el inmobiliario, debido a la necesidad de buscar pisos de alquiler para cortos espacios de tiempo, como dos o tres semanas.
Según Juan Carlos Fernández de la inmobiliaria Habita100, en un principio sí que se notó un incremento de los precios, especialmente para los estudiantes, pero que ya se ha estabilizado.
Aunque su empresa no realiza contratos temporales, sí que han hecho labor de asesoramiento para derivar las peticiones a quienes tienen “alquiler turístico, o temporal, por habitaciones”, además de colaborar con el sindicato de prisiones ACAIP para ayudar a los alumnos a encontrar oferta.
Fernández también reconoce que cada año se nota que la situación se estabiliza y que los propios estudiantes están más organizados, pese a lo cual antes de la llegada de cada promoción reciben muchas llamadas, aunque nada que ver con la avalancha del primer año, “que fue brutal”.
Durante estos casi dos años, el CEP ha estado funcionando en el campus universitario de Cuenca, que les cedió parte de las instalaciones de la Escuela Politécnica, a la espera de que se construya la sede definitiva.
El balance que hace el vicerrector del campus conquense de la Universidad de Castilla- La Mancha (UCLM), César Sánchez, es también muy favorable por lo que supone un proyecto que “comienza a afianzarse”.
Ha recordado que la UCLM apoyó el proyecto desde un principio, con una visión “a más largo plazo, basada en la transferencia de conocimiento y la investigación”.
Por ese motivo, ha afirmado que siguen trabajando con Instituciones Penitenciarias para organizar jornadas, o cursos de verano, que permitan este desarrollo académico.
Aunque reconoce que es un “esfuerzo notable” para la coordinación en el uso de las instalaciones, sostiene que el apoyo del campus seguirá siendo el mismo de cara al futuro.