Según ha informado la Dirección General de la Policía, los objetos falsos tenían un valor en el mercado de 43.000 euros y estaban a la venta en doce ópticas situadas en las provincias de Barcelona, Ciudad Real, Valencia, Burgos, Cuenca, Mallorca, Murcia, Alicante, Granada y Madrid.
Las investigaciones se iniciaron tras la recepción de una denuncia de la empresa italiana titular de la marca de gafas objeto de la falsificación en la que se ponía a los agentes sobre la pista de un empresario que supuestamente estaba comercializando con una cadena de ópticas en España.
Agentes de Policía Científica comprobaron la falsedad de los productos tras realizar análisis sobre un conjunto de gafas aportadas como prueba por los denunciantes en uno de los establecimientos investigados.
El avance de las indagaciones permitió la identificación de las sociedades desde las cuales se adquirían y distribuían las gafas falsificadas, empresas en las que figuraba la misma persona como administrador único, quien resultó haber trabajado anteriormente para la propia empresa denunciante, y que en el pasado había sido titular de otras ópticas.
Su experiencia profesional le había servido para introducir las gafas falsificadas en una cadena legal de ópticas de prestigio, donde los clientes adquirían dichos productos con plena confianza sobre su autenticidad.
Finalmente, fue detenido el administrador único de la empresa y se tomó declaración en calidad de testigo a los dependientes de las 12 ópticas.