Iván Rodríguez es un joven toledano de 20 años con discapacidad intelectual que trabaja como jardinero aunque el sueño de su vida es ser ganadero. Actualmente, participa en un proyecto pionero que busca cambiar vidas mediante el uso de la tecnología.
Iván es integrante del proyecto Transformación Digital para la Inclusión (TDI), una iniciativa del Plan de Recuperación y Resiliencia del Gobierno de España coordinado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Un proyecto, liderado por Plena inclusión España en colaboración con federaciones autonómicas, como Plena inclusión Castilla-La Mancha, y la Asociación Liber.
Este proyecto cuyo objetivo es reducir la brecha digital que afecta a personas con discapacidad intelectual, cuenta con el respaldo de los fondos europeos Next Generation y un presupuesto de 1.836.000 euros hasta el 31 de diciembre de 2023.
La necesidad de esta iniciativa se fundamenta en el papel crucial que desempeña la tecnología en el acceso a derechos fundamentales como el empleo, la educación y la vida independiente para las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo.
A lo largo de su vida, Iván ha tenido que sortear las barreras tecnológicas que tienen las personas con discapacidad intelectual. Tanto es así que dejó de usar el ordenador porque “cada vez que lo usaba, me descargaba una cosa que no es y se estropeaba, entonces me costaba mucho dinero”.
Ahora, a través del curso impulsado por el proyecto TDI admite que “aunque la tecnología es difícil para mí, disfruto mucho del curso y me encanta pasar tiempo en el ordenador con mis compañeros".
El proyecto TDI no sólo se centra en la formación, sino también en la aplicación práctica de la tecnología. Incluye medidas como la eliminación de medidas restrictivas en centros residenciales y el desarrollo de una aplicación para facilitar el acceso de personas con discapacidad intelectual al empleo público.
Iván se siente ahora más motivado e ilusionado aunque tiene claro que le gustaría que “la tecnología fuese más fácil porque es muy difícil para mí, me cuesta mucho”.
Sin embargo, la formación recibida desde principios del pasado mes de octubre le ha permitido saber “cómo funciona el ordenador y cómo usar programas como Notebook, Excel y Office” y es que, tal y como plantea, “con un ordenador, puedes hacer mil cosas, desde ver películas hasta trabajar”.
Sin olvidarnos de la ventana que supone para el ocio y el disfrute. Iván relata que descargó un juego “porque sueño con tener una ganadería y me divierte mucho; tengo vacas, caballos, tractores, y es como la vida real".
El proyecto TDI no sólo busca cerrar la brecha digital, sino también abrir nuevas puertas y oportunidades para personas como Iván, demostrando que la inclusión digital no sólo es un concepto, sino una realidad transformadora que requiere también de formación.