Adrià ha afirmado que “somos seguramente el país líder hoy en día a nivel de cocina creativa en todo el mundo, y esto es brutal”, aunque reconoce que tenemos que mejorar “todo el tema de la comunicación y el marketing”.
Ha insistido en que “llevamos 25 años siendo líderes creativos”, y ha incidido en que “no hay dinero que pueda pagar eso, porque no se compra el talento creativo”.
En este momento, para el renombrado cocinero, hay “cuatro países en el mundo, el orden que lo ponga cada uno, que son Japón, Francia, Italia y España”, que marcan la pauta de la creación gastronómica, aunque también matiza que “están pasando cosas” en países como Dinamarca, o que “México va a ser otro de los países que va a estar ahí, porque tiene una cocina tradicional fantástica, productos fantásticos y hay gente de cocina creativa que está saliendo”.
Perspectiva económica
En todo caso, para Adrià es necesario darle ahora al sector “una perspectiva económica”, porque “no hay una ninguna actividad humana que tenga el peso económico que tiene la alimentación versus gastronomía”.
En lo referente al turismo, ha recordado que se intenta atraer un turismo de calidad a todos los destinos, pero “si no hay una gastronomía muy buena, difícilmente vas a tener un turismo de calidad”.
El chef ha impartido en Cuenca una charla, organizada por la Fundación Telefónica y el Ayuntamiento de la capital conquense, dentro de los actos como Capital Española de la Gastronomía que la ciudad ostenta en este 2023.
También ha manifestado que las diferentes cocinas regionales deben analizar primero sus “ventajas competitivas”, y ha aludido de nuevo a la gastronomía mexicana, “que, en la cocina tradicional, es la más rica del mundo en salsas y condimentos”.
Nuevas formas de comunicar
En el plano de la comunicación, cree que los denominados influencers están ganando peso frente a páginas web de valoración de establecimientos por parte de los usuarios, y en especial en una franja mayoritaria de clientes que acuden a restaurantes con un precio medio de 20 a 50 euros.
Ha apuntado que “no veo muchos influencers que recomienden un menú del día”, mientras que en el otro extremo, señala que sólo un 1 por ciento acude a establecimientos con un precio medio de más de 70 euros.
Además, considera que este tipo de restaurantes están más sujetos a listas o guías, como la Michelin, “que tienen un peso bastante fuerte”.
Sin embargo, sí ha aseverado que tienen más impacto en una franja intermedia, que es por la que apuesta “el 80 %”: “aquí (el impacto) es brutal, un influencer de Barcelona o Madrid viene a Cuenca, te hace una crónica y va a tener mucha fuerza”.
En este punto, ha enfatizado que esto “se ha convertido en una profesión: si alguien tiene 300.000 seguidores, dirá mi trabajo vale tanto”.
Adrià admite que su mujer y él optan por comer en restaurantes en vez de cocinar, y mantiene que comer fuera de casa “es el lujo más asequible que hay”.
Sostiene que comprar y mantener un buen coche es más caro, y que “hay quien paga un avión y un hotel para irse a ver a un equipo de fútbol a 2.000 kilómetros y lo encuentra normal, pero luego considera una exageración pagar 50 euros por un restaurante”.
El cocinero catalán también ha invitado a toda la ciudadanía de Cuenca y Castilla-La Mancha a acudir al museo de El Bulli, abierto el año pasado año y que se podrá visitar del 1 de mayo al 15 de octubre, “porque si les gusta la gastronomía se lo pasarán muy bien”.