Desde el pasado 16 de septiembre -coincidiendo con el Día Internacional de Limpieza de Playas (World Clean Up Day)-, hasta el 24, casi 5.000 personas han participado en la séptima edición de la campaña de ciencia ciudadana ‘1m2 por las playas y los mares’, organizada por el Proyecto LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes. Con el objetivo de recopilar datos sobre la basuraleza encontrada en playas y fondos marinos y conocer su origen, se han caracterizado 77.605 residuos abandonados en estos entornos naturales.
Las recogidas han tenido lugar en un total de 302 puntos repartidos por todo el país con el objetivo de conocer la tipología de residuos que componen la basuraleza, analizar los efectos y las consecuencias en los espacios naturales y sensibilizar sobre esta problemática. De este modo, los participantes de esta iniciativa han retirado 3,6 toneladas de residuos, demostrando el compromiso y la concienciación de la ciudadanía con la conservación de la naturaleza.
En el caso de Castilla-La Mancha, el Proyecto LIBERA ha caracterizado 240 residuos que suponen casi 10 kg de basuraleza en 2 de los 8 puntos de la comunidad, entre los que destacan la playa fluvial del puente de San Pedro (Guadalajara), la laguna de Villafranca de los Caballeros (Toledo) o las lagunas de Ruidera (Ciudad Real).
La campaña ha contado con la participación de organizaciones como Cruz Roja Española, Oceánidas, Asociación Hombre y Territorio, Asociación Terramare, ADESP, Alnitak, Mater, Asociación Región de Murcia Limpia, o ANSE.
Las piezas de plástico pequeñas, el residuo más recogido en Castilla-La Mancha
Tras la recogida y el análisis de basuraleza, los elementos más encontrados en las Castilla-La Mancha han sido las piezas de plástico pequeñas y grandes, las bolsas, envoltorios y palos de chucherías, las colillas y los fragmentos de papel.
Las colillas afectan a las especies y sus ecosistemas. Así lo demuestran diversos estudios, que aseguran que el efecto contaminante de las colillas puede durar entre siete y 12 años e, incluso, algunos autores afirman que puede llegar hasta los 25 años.[i] De hecho, cada colilla puede llegar a contaminar hasta ocho o 10 litros de agua; y hasta 50 litros si es agua dulce.
Además de las colillas, la presencia de plásticos y microplásticos en los mares y playas pueden provocar graves efectos en la fauna local como la ingesta y muerte por inanición, ya que los residuos plásticos pueden ser confundidos con alimento flotando en el mar, además de que pueden ser un vector de patógenos que afecten a los entornos naturales. Según Naciones Unidas, 640.000 toneladas de artes de pesca abandonadas, compuestas de fibras plásticas, desaparecen en el mar cada año, convirtiéndose muchas de ellas en trampas mortales para especies como cetáceos, tortugas o aves marinas.
Barómetro de la basuraleza
Los participantes han empleado la aplicación móvil MARNOBA, desarrollada por la Asociación Vertidos Cero y Basuraleza para caracterizar la basuraleza. Al final de la campaña, estos datos se sumarán a los más de 1.000.000 de objetos ya caracterizados y que LIBERA ha recopilado desde 2017 en su ‘Barómetro de la Basuraleza’, para integrarse así en la base de datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España (MITECO).
“De todas las campañas del m2 que organizamos desde LIBERA la de playas es quizás la más ilustrativa de la globalidad del problema. Los mares vomitan a las costas residuos que han sido abandonados en cualquier región del planeta en un abanico temporal de varios años. No podemos seguir vertiendo 11 millones de toneladas de plástico a los océanos cada año. Ningún ecosistema tiene una capacidad infinita de asimilación de contaminantes sin colapsar”, señala Miguel Muñoz, coordinador del Proyecto LIBERA en SEO/BirdLife.
[i] APYMA (Asociación Profesional de Playas y Medio Ambiente). Informe 2017. http://www.apyma.com/noticias/item/informe-del-dano-de-las-colillas-en-el-medio-ambiente