Tras la operación de la Policía Nacional que ha desarticulado una red que tenía a 40 trabajadores hacinados en una bodega en la provincia de Cuenca, Mesas ha aseverado que esta es una práctica que "no es la excepción", pero ha admitido que tampoco sabe "si forma parte de lo habitual”, pero que contar con alojamientos dignos para los temporeros es algo “que todavía no está conseguido” y que “deja mucho que desear”.
Ha lamentado que “en pleno siglo XXI se vean todavía este tipo de situaciones” pero ha felicitado también a la Policía Nacional por el “gran trabajo” realizado para desarticular esta red.
En este sentido, Mesas ha recordado que siempre han pedido a las fuerzas de seguridad, así como a la Inspección de Trabajo, que presten especial atención a estas campañas, que se dan en un tiempo muy breve, con gran necesidad de mucha mano de obra, en su gran mayoría extranjera, y que se produce en “un sector y unas condiciones que hacen muy vulnerables” a los trabajadores.
Asimismo, ha incidido en que el ajo es la gran campaña que atrae temporeros a la provincia, ya que hace falta un gran número de trabajadores en muy poco tiempo, mientras que la vendimia está introduciendo maquinaria cada año y por ello “está perdiendo peso en materia de contrataciones y necesidad de mano de obra”.