Durante el desarrollo de la campaña se han recogido 73 toneladas de residuos en entornos de los ríos, con la recogida en la ribera del Duero en Toro (Zamora) a la cabeza.
Se ha desarrollado en este primer cuatrimestre del año en sesenta puntos y se ha centrado en esta edición en los cauces de ríos, donde se ha recogido una cantidad de residuos que multiplica casi por cinco la realizada el pasado año, cuando se retiraron 15,8 toneladas, según los datos facilitados este jueves por Cruz Roja en un comunicado.
Ello pese a que en esta edición han participado 1.445 voluntarios frente a los 3.440 de 2022.
El incremento de la cantidad de "basuraleza" recogida tiene para Cruz Roja un aspecto positivo por la concienciación que demuestra por la limpieza del medio ambiente pero también uno negativo porque revela que "se siguen tirando demasiados residuos en parajes naturales como los ríos, en este caso", ha detallado la organización de ayuda humanitaria.
Entre los lugares en los que más residuos se han retirado este año figura en primer lugar el paraje de La Barbada situado en la ribera del río Duero a su paso por Toro (Zamora), donde se recogieron 513 kilos, según la información facilitada por Cruz Roja.
La organización también ha destacado la recogida en el río Júcar a su paso por Cuenca, con 300 kilos retirados; la del Guadalquivir en Lora del Río (Sevilla), con 230; y las del arroyo Totalán de Rincón de la Victoria (Málaga) y la laguna Pilárica y Riscal de Puertollano (Ciudad Real), con 200 kilos en cada una de ellas; mientras que el arroyo Viñuelas de la Comunidad de Madrid, perteneciente a la cuenca del Jarama, se han recogido 197 kilos.
Esos seis parajes naturales figuran entre los sesenta puntos en los que se ha desarrollado la campaña con la recogida de una gran cantidad de plásticos, colillas, latas de bebidas o toallitas que se encuentran en las orillas de los cauces, con un total de 73.034 kilos.
En la campaña de este año también se han encontrado muchos residuos de vidrio, incluso dentro del río, que han sido retirados.
En la del año pasado entre los desechos recogidos uno de los más contaminantes fueron las colillas, de las llegaron a recoger casi 12.000, seguidos en número por las latas de bebidas y las bolsas retiradas.
En la anterior edición la campaña se desarrolló también en playas en las que, además de plásticos, se recogieron residuos higiénico sanitarios, principalmente toallitas húmedas y bastoncillos para los oídos.
Cruz Roja Española ha subrayado su compromiso para revertir este problema mediante la realización a lo largo de todo este año de 2023 de talleres relacionados con la disminución del consumo de productos y el aumento de la concienciación sobre el impacto que produce la basura en el entorno natural.