El acusado residía con sus padres en la casa familiar en Garcinarro, uno de los pueblos que conforman el municipio de Valle de Altomira (Cuenca), y no tenía ingresos ni prestaciones, por lo que el dinero para sus gastos lo facilitaban sus progenitores de la pensión del padre.
La Fiscalía sostiene que en la mañana del 8 de marzo de 2019 el acusado discutió con su madre por motivos económicos y le propinó un golpe que la dejó inconsciente, después de lo cual le prendió fuego “cuando todavía estaba viva”, y la madre falleció de un fallo multiorgánico causado por las quemaduras.
La defensa, por su parte, ha argumentado que la muerte de la madre no está resuelta, lo ha calificado como un “hecho inexplicable”, pero que no fue causada por el acusado, y considera que las declaraciones tanto del padre como la hija del acusado están “contaminadas por el odio” hacia su representado.
Durante el interrogatorio, F.J.M.A. ha asegurado que la mañana del 8 de marzo se levantó y desayunó, pero que no vio a su madre; supuso que seguiría acostada y así se lo trasladó a su padre cuando llegó, aunque poco después encontraron el cadáver quemado en el huerto familiar.
El fiscal ha incidido en que la víctima tenía bajo las uñas restos de ADN del acusado y de la ropa que llevaba éste, pero éste ha negado en todo momento haber agredido a su madre ni haber mantenido ninguna discusión al respecto.
También ha apuntado que su madre tenía “una depresión”, aunque no estaba diagnosticada ni medicada, y que había dicho en varias ocasiones que quería morir; un aspecto refrendado por otros testigos.
El padre del acusado y marido de la víctima falleció hace algo más de un año, y durante la vista oral se han leído sus declaraciones al juez instructor, en las que reconocía que su hijo era “alcohólico” y “violento”.
Unos datos que ha corroborado la hija de F.J.M.A., nieta de la víctima, que ha subrayado el problema de su padre con el alcohol, y ha relatado que fue al funeral de su madre “borracho”.
Como testigos han comparecido varios vecinos y trabajadores del bar del pueblo que frecuentaban el acusado y su padre, mientras que cuando se ha reanudado la vista oral por la tarde se ha recogido el testimonio de los agentes de la Policía Judicial que acudieron al lugar durante la investigación.
El juicio está señalado hasta el próximo jueves, con un jurado compuesto por tres hombres y seis mujeres.