El centro se abrió en una nave industrial que carece de cualquier sistema de climatización, algo inconcebible en una ciudad como Cuenca, en la que de antemano es conocido que durante la mayor parte del año se registran temperaturas extremas por frío y calor. Las consecuencias las padecen los trabajadores. Ya el pasado verano, el sindicato denunció el riesgo que suponían las temperaturas extremas durante las sucesivas olas de calor, poniendo en riesgo la salud e incluso la vida de las personas trabajadoras.
Al haberse ignorado las demandas sindicales, el centro sigue sin climatización. Y ante la llegada del frío extremo en enero, se está consintiendo que la plantilla trabaje en el interior de la nave padeciendo temperaturas gélidas que ponen de nuevo en riesgo la salud, sin adoptar medida alguna para remediarlo, en lo que es un flagrante incumplimiento de la normativa sobre condiciones de trabajo en el interior de edificios, y de la ley de prevención de riesgos laborales.
CCOO ha denunciado por ello de nuevo ante la Inspección de Trabajo a Correos por las inaceptables condiciones de trabajo impuestas por la empresa postal, a las que se unen muchas otras deficiencias en materia de seguridad, y entiende que si estas prácticas son inaceptables en cualquier empresa, mucho más lo son en una empresa pública, cuya gestión es responsabilidad de un Gobierno que se dice progresista y defensor de los derechos de las personas trabajadoras.
El sindicato también denuncia la actitud irresponsable de los directivos de la empresa que, siendo conocedores de esta situación ilegal en materia preventiva, mantienen abiertos estos centros de trabajo, por lo que no descartan pedir responsabilidades penales en caso de llegar a ocurrir alguna desgracia.