Mi única preferencia es la música religiosa buena”, asevera el director artístico de la Semana de Música Religiosa (SMR) de Cuenca, Andoni Sierra, que tras el reciente Ciclo de Adviento se enfrenta a la recta final previa a su primera edición al frente del festival conquense, que además será la número 60, y ha asegurado que quiere “buscar la originalidad” y conseguir que la Semana “tenga una personalidad propia”.
Sierra (San Sebastián, 1971) se muestra reticente a avanzar detalles sobre la programación de la edición que se celebrará en Semana Santa de 2023, aunque sí ha reconocido que cree que va "a huir de grandes títulos, que son maravillosos, que caben perfectamente en Semana Santa, pero que quizá han sido programados en exceso”.
Por ello, apuesta por “buscar cierta originalidad, de autores conocidos, de obras maestras, pero que por una u otra razón no han sido programadas en Cuenca” y considera que diferenciar el festival conquense de otros, dotarle de esa “personalidad propia”, puede venir “porque haga una programación alternativa a los títulos de siempre”.
En una entrevista con la Agencia EFE, ha afirmado que no es más partidario de un formato que de otro, ni de una u otra época, sino que “todo lo que sea música religiosa buena tendrá cabida en el festival”, y que en la próxima edición se podrán escuchar “desde el formato mínimo hasta grandes agrupaciones sinfónico-corales”.
Preguntado por las principales necesidades de la Semana, el director artístico menciona la “estabilidad y la tranquilidad, que vienen de la mano de la situación económica”, y sostiene que ahora “se trata de construir con coherencia, con tranquilidad, y hacer un festival adecuado a los tiempos en los que vivimos”.
A este respecto, Sierra aboga por “cuidar mucho que no haya excesos, que no nos llevan a ningún sitio y que, como se ha comprobado en los últimos años, lo único que hacen es erosionar la imagen de un festival que merece estar en lo más alto”.
Para dicha estabilidad, ha agradecido el compromiso de las distintas administraciones de Cuenca, como el Ayuntamiento, la Diputación o el Gobierno regional, y ha resaltado que el Patronato le ha dado luz verde para empezar a programar la edición de 2024, lo que permite trabajar con un mayor margen de maniobra.
CICLO DE ADVIENTO
Sierra también ha mostrado su satisfacción por el desarrollo del segundo Ciclo de Adviento, entre el 2 y el 6 de diciembre, aunque se resiste a buscarle una etiqueta que lo vincule directamente con la Semana.
“Tiene que ser un ciclo en el que las músicas de adviento, religiosas, estén presentes, con una temática clara, cercana a la Navidad, y el de Semana Santa es otra cosa, no hay por qué unir uno con otro”, apunta el director artístico, que por otra parte ha garantizado que hay nombres que han pasado por el ciclo y que volverán a escucharse en Cuenca “en un futuro cercano o muy cercano”.
Ha destacado la buena respuesta del público en el concierto de Leioa Kantika, que ofreció un recital en la iglesia de San Julián, o de la Capilla Conchensis, “que es un grupo con sello local y que han demostrado estar a la altura de lo que se espera de una agrupación profesional”.
Eso sí, aunque la afluencia de público ha sido “interesante”, Sierra echa de menos una mayor implicación del público joven, que permita un relevo generacional en las butacas, aunque reconoce que es un problema “generalizado en todos los festivales, y no sólo de Cuenca”.
ESCENARIOS
Respecto a los escenarios, mantiene que primará la acústica a la hora de elegirlos, y que habrá algunos como la Biblioteca de la Merced, la iglesia de Arcas, San Miguel o la Catedral en los que seguro se ofrecerá algún recital.