El presidente del Consell Valencià de Cultura, el científico Santiago Grisolía, que era también 'Hijo Adoptivo' de Cuenca y doctor 'honoris causa' por la Universidad de Castilla-La Mancha, ha fallecido este jueves a los 99 años en el Hospital Clínico de Valencia.
Grisolía, que se encontraba ingresado en este centro hospitalario, ha fallecido a las siete horas de esta mañana, según confirman a EFE fuentes de la Fundación Premios Jaime I.
El bioquímico valenciano participó en enero de este año en la entrega de la memoria anual del Consell Valencià de Cultura al president de la Generalitat, Ximo Puig, con quien conversó sobre la evolución de la pandemia y el proceso de vacunación.
Santiago Grisolía ha tenido mucha relación con Cuenca, donde hay un instituto que lleva su nombre, ya que vivió en la ciudad con su familia entre los años 1932 y 1940, también durante la Guerra Civil, durante la que tuvo su primera experiencia con la práctica médica en un hospital durante la contienda, según relató en entrevistas.
Por su relación con la ciudad, Grisolía fue nombrado 'Hijo Adoptivo' por el Ayuntamiento de Cuenca en mayo de 1991.
Esta relación se extendió también al ámbito universitario, ya que durante varios años dirigió uno de los cursos de verano que impartía en Cuenca la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), que en 2003 lo invistió doctor 'hononoris causa', a propuesta de la Facultad de Humanidades del campus conquense.
Antes, en 1998, el Gobierno autonómico castellanomanchego lo nombró presidente del Consejo Asesor del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, ubicado también en Cuenca, e intervino en el acto de inauguración de la institución museística, al que asistieron tres premios nobeles, otros científicos y el entonces presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CESIC), César Nombela.
Entre los reconocimientos que se le han hecho en Cuenca figura la concesión de la Medalla de Oro del Patronato Universitario 'Cardenal Gil de Albornoz', que fue la primera distinción de este tipo que otorgó por la entidad que le fue entregada en un acto celebrado el 28 de septiembre de 2009.
La medalla le fue entregada por el presidente del Patronato Universitario y alcalde de Cuenca, José Manuel Martínez Cenzano, quien aseguró que para era "un orgullo, una satisfacción y una enorme alegría" el conceder un nuevo reconocimiento al científico valenciano, "por su forma de entender la vida y la ciencia" y por el compromiso y la dignidad con la que ha desarrollado su carrera.
Por su parte, Grisolía dijo en el acto que este reconocimiento suponía "una nueva alegría", porque según señaló era otra muestra más del afecto que se le tenía en Cuenca, "que en un tiempo fue parte de mi vida y lo sigue siendo en cierta forma", aseguró.
Grisolía admitió que tenía un "afecto extraordinario" por Cuenca y comentó que cada vez que la visitaba volvía a sentirse "muy joven", como cuando vivía en la ciudad y en la primavera se atrevía a ir a nadar al río Júcar "a pesar de que hacía mucho frío".