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Iniesta vuelve a celebrar la Semana Santa

Redacción | Jueves 07 de abril de 2022

La localidad conquense de Iniesta ha dado a conocer estos días su programación para la Semana Santa 2022, una Semana Santa que se retoma tal y como se conocía tras estos dos años de parón por la pandemia, aunque cabe señalar que el año pasado se celebraron varias procesiones dentro de la iglesia y que los fieles pudieron seguirlas en directo a través del canal de Youtube del Ayuntamiento de Iniesta. Este año volverán a salir las imágenes, los nazarenos, los penitentes, las manolas en procesión por la calles de Iniesta.

Así pues, el pistoletazo de salida lo marcará, este próximo viernes 8 de abril, el XI Pregón de Semana Santa, que correrá a cargo de Doña Encarnación Pérez Martínez, presidenta-delegada diocesana de Manos Unidas de Cuenca. El pregón, organizado por la Agrupación Musical Iniestense, la Asociación de Nazarenos de Iniesta y el párroco D. Miguel Ángel Solera, se llevará a cabo en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción a las 21.30 horas.

El día 10 de abril se celebrará el Domingo de Ramos con la bendición de ramos, misa y la procesión del Hosanna. El lunes 11 habrá misa con laudes y confesiones, y el martes 12 y miércoles 13 se repetirá la misa con laudes, siempre a las 08.30 horas. El Miércoles Santo se celebra por la noche, a las 22.00 horas, la Procesión del Silencio. El técnico de la oficina de Turismo, Javier Cuéllar, que a su vez es presidente del Centro de Estudios de la Manchuela, explica que “la Procesión del Silencio es una procesión relativamente nueva, de hace pocos años, y se lleva a cabo en absoluto silencio, sin acompañamiento musical, únicamente suenan algunos tambores para acompañar al paso, que es la imagen de Jesús orando en el Huerto de los Olivos”.

El Jueves Santo se oficiarán varias misas y, a las nueve de la noche, se realizará la Procesión de la Paz y la Caridad. Cuéllar asegura que “en Iniesta hemos perdido algunos de los elementos tradicionales que diferenciaban nuestra Semana Santa del resto y ahora celebramos los mismos ritos que se realizan en otros sitios. Sin embargo sí mantenemos una tradición interesante, que no es común a otros lugares, que es la Procesión de la Verónica, que se realiza a las siete y media de la mañana del Viernes Santo y es la más representativa de la Semana Santa de Iniesta”. Aunque en los últimos años también se han introducido nuevos elementos que nunca han estado presentes en esta procesión, como es la figura de la Samaritana o la imagen en andas de la Verónica. Sin embargo, se mantiene la figura de “la niña Verónica, que tradicionalmente lleva el pañuelo con la efigie de Cristo y, a lo largo del recorrido, la procesión se detiene en tres ocasiones para que la niña limpie el rostro de Jesús tres veces y también se detiene otras tres veces para enseñarle el pañuelo a la Virgen Dolorosa. Es en esta procesión donde se cantaban saetas de tipo popular a las tres imágenes procesionales: La Dolorosa, el Nazareno y San Juan, conocido en Iniesta como San Juanico”.

El Viernes Santo se celebra también el Via Crucis, la Pasión del Señor y la procesión del Santo Entierro. El Sábado Santo es día de vigilia pascual y ya el Domingo de Resurrección se celebra la Procesión del Encuentro que “también tiene tintes diferenciales. Las mujeres van acompañando y portando a la Virgen por unas calles y los hombres van con el Resucitado por otras, hasta que se encuentran en la Plaza Mayor, le cambian a la Virgen el manto del luto por el festivo y ya van juntos alegremente a la iglesia. Sin embargo hemos perdido la tradición antigua de poner Judas -peleles de paja- en esta procesión para burlarse simbólicamente del apóstol traidor que vendió a Cristo por 30 monedas. También hemos perdido la tradición de hacer nuestras enramadas primaverales, aquí llamadas albricias, ramos de trigo verde a los que se le ponía chocolate, cintillas, flores… y que los novios les regalaban a las novias colocándoselo en su ventana o balcón. Y tampoco es común ya “resucitar” al terminar la misa, es decir, ir a casa a abrir las orzas que habían estado selladas durante la Cuaresma y comer chorizos, lomo, morcillas… para celebrar festivamente la Resurrección del Señor. Todo eso está perdido ya”.

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