Cuenca

“Tenemos la obligación de trabajar en favor del bien común: es fundamental ver la Semana Santa como un todo”

Redacción | Martes 05 de abril de 2022

Conservar y respetar más que nunca la esencia de nuestra Semana Santa. Ése fue el mensaje central que el presidente de la Junta de Cofradías, Jorge Sánchez Albendea, transmitió a la comunidad nazarena en la Junta General celebrada este lunes, 4 de abril, última antes del inicio de la Pasión. Como es habitual, en esta cita estuvo acompañado por el obispo de la Diócesis, monseñor José María Yanguas, y por el alcalde de la ciudad, Darío Dolz. La Junta General comenzó con el rezo de un padrenuestro – dirigido por el obispo – por el descanso eterno del alma de la víctima de violencia machista fallecida ayer en Cuenca.

“Siempre he entendido la alocución en esta junta como una reflexión en voz alta, mediante la que repasar todo lo hecho hasta ahora y, cómo no, sentar las bases de todo aquello que deba mejorarse”, comenzó Sánchez Albendea, quien quiso poner de manifiesto el aprendizaje que han supuesto para todos los dos últimos años de pandemia y sin procesiones en la calle. “Hemos aprendido que Cuenca se tiene que unir cada primavera para celebrar su semana más especial, pues esta ciudad ha labrado buena parte de su historia con el infinito amor que muchos de sus habitantes sienten hacia su Semana Santa”.

El presidente de la JdC llamó a cerrar, de la mejor manera posible, el “doloroso paréntesis que hemos vivido” y a hacerlo “demostrando que Cuenca no es nada sin su Semana de Pasión. Que Cuenca en sí es una Pasión que llena la ciudad de filas con miles de nazarenos. Que bajo el anonimato del capuz conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo”. Sánchez Albendea no quiso dejar pasar la oportunidad de recordar la gran labor asistencial realizada por el conjunto de la Semana Santa, con sus hermandades y JdC al frente, en los momentos más duros de la pandemia: “Es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos y que debe quedar para siempre en las actas de la institución”. Llamó a no olvidar nunca “nuestra parte social y asistencial, como asociaciones públicas de fieles que somos”.

Mejorar la financiación de las hermandades, el objetivo

La cuestión económica de la Semana Santa ha estado muy presente en los dos últimos años, tanto por las dificultades que ha supuesto la pandemia como por la situación especial que ya venían arrastrando las hermandades de Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo a causa de las últimas suspensiones por lluvia.

“Este año y el próximo, desde la JdC tendremos que afrontar un esfuerzo extra para que lo económico no repercuta en la calidad de nuestros desfiles procesionales”. El presidente agradeció a las hermandades el apoyo a los presupuestos año tras año, algo gracias a lo que “hemos logrado que esa bajada en los ingresos no afecte a los desfiles”, y reconoció a todas las hermandades “el esfuerzo presupuestario que estáis realizando”. El presidente hizo hincapié además en que “todos somos conscientes hoy de que la subasta de banzos y enseres no puede ser casi en exclusividad el sustento de la hermandad”.

Trabajar por el bien común

La otra gran línea temática del discurso de Sánchez Albendea fue la relacionada con mantener la esencia de la Semana Santa de Cuenca a través del compromiso colectivo y del trabajo por el bien común, contemplando la Semana Santa como un todo. “Tenemos la obligación de trabajar por el bien común: es fundamental ver la Semana Santa como un todo. Como un conjunto en el que todas las piezas son igual de importantes” enfatizó.

Para el presidente “si cualquiera de nuestras hermandades o desfiles procesionales no está a la altura, todos perdemos”. El presidente pidió a los nazarenos no limitarse a su hermandad o su procesión, pues “somos lo que somos por nuestra representación cronológica, por nuestra homogeneidad, porque hombro con hombro caminamos juntos en fraterna igualdad”.

Sánchez Albendea se refirió a la participación de años anteriores – con 2018 como último año de referencia en cuanto a una Semana Santa casi completa y con gran afluencia de nazarenos – y manifestó dudas razonables con respecto a si este año se alcanzarán las cotas a las que estábamos acostumbrados en la última década. Sin embargo, más allá de la longitud de las filas, el presidente quiso poner el acento en que “después de este obligado parón, no perdamos nuestra identidad: este año es lo más importante”.

El presidente llamó a “cuidar la uniformidad con especial atención al calzado negro, necesario y obligatorio”, a “no desvirtuar nuestro ADN con la introducción de elementos que no nos son propios” y a “cuidar también la utilización de móviles por parte de quienes visten túnica nazarena, pues afean enormemente la puesta en escena”. Sánchez Albendea recordó que es imprescindible “respetar el orden procesional” y “la devoción en la participación, pues ésta solo adquiere sentido en nuestra fe como católicos”. Pidió “respeto y solidaridad para con las hermandades que nos acompañan en el desfile, cumpliendo horarios y, sobre todo, silencio. Los silencios de nuestras procesiones tienen que seguir escuchándose”.

Tuvo el presidente también palabras de reprobación hacia la excesiva comercialización y aprovechamiento de la imagen de hermandades y JdC por parte de iniciativas que no revierten en la propia Semana Santa. Y, finalmente, envió un contundente mensaje a todos los espectadores que la Semana Santa tendrá este año en la calle: “Hago un llamamiento a los espectadores que se adentran en los desfiles para tomar fotos o vídeos. Por favor, entendedlo: no queremos gente dentro de los desfiles haciendo fotos o vídeos. Es un hecho objetivo y constatable que los mejores trabajos, los que ganan los concursos, se hacen desde fuera del cortejo. Respetad esta norma y ayudadnos con ello a cuidar los detalles que nos seguirán haciendo mejorar”.

Cuidar a las nuevas generaciones de nazarenos

En su intervención, el presidente de los nazarenos conquenses quiso dar protagonismo a los nazarenos más jóvenes, a esas nuevas generaciones que están llamadas a tomar en el futuro las riendas de la Semana Santa y que, a causa de la pandemia, han vivido dos años de parón y de posible desconexión de su tradición más característica.

“Todos hemos mostrado dudas sobre esa posible desconexión generacional, motivada por dos años de ausencia de desfiles procesionales. No debemos mostrarnos dubitativos. Muy al contrario: debemos hacer caso a nuestros nazarenos más jóvenes, hacerles partícipes de la vida en hermandad y, sobre todo, cargar sobre sus hombros la responsabilidad de que se sientan nazarenos los 365 días del año” aseveró.

Sánchez Albendea manifestó la necesidad “de ser capaces con nuestra actitud, nuestro firme compromiso y nuestro profundo amor a la Semana Santa, de transmitir el legado intacto. Ellos harán lo que vean en nosotros” sentenció y añadió para terminar: “No olvidéis nunca que los nazarenos de la fila del medio son los más importantes”.

Normalización de Camino del Calvario

Junto con la cuestión económica, el respeto por la esencia de la Semana Santa de Cuenca y el papel de los jóvenes en la misma, otro de los temas clave de la alocución del presidente de la JdC fue el relacionado con la procesión de Camino del Calvario y la integración de Las Turbas de Cuenca en el seno de la Junta General de la institución nazarena. “Estamos en pleno proceso de debate. Por favor: cuidad vuestra participación en esta procesión. Debemos ir mejorando poco a poco hasta llegar a una normalidad que, estoy seguro, queremos la inmensa mayoría” declaró. “Si este año todo sabe bien, habremos avanzado mucho. En caso contrario, el daño podría ser irreversible” enfatizó.

“Apelo, hoy más que nunca, a demostrar esa verdadera esencia de ser y sentirse turbo en Cuenca” manifestó Sánchez Albendea, quien expresó su deseo de que en un futuro cercano la imagen de Jesús del Salvador “pueda avanzar sin la necesidad de un cordón de seguridad”.

La ciudad, lista para la celebración

Tras la intervención del presidente, fue el turno del alcalde de la ciudad, Darío Dolz, quien aseguró que “estamos a disposición de la JdC. Así lo decidimos hace más de 40 días y nos pusimos a trabajar codo con codo”. El alcalde afirmó que “la de este año es una Semana Santa en la que todos tenemos puestas muchas expectativas” y recordó que ya están concluyendo los trabajos de acondicionamiento de los recorridos correspondientes al Ayuntamiento, entre otros trabajos de puesta a punto de la ciudad para la Semana Santa. Además, se sumó a la petición de responsabilidad del presidente de la JdC e hizo especial hincapié en la necesidad de respetar las normas sanitarias vigentes y el uso de mascarilla al aire libre siempre que no se pueda mantener la distancia de seguridad.

Finalmente el obispo de la Diócesis, monseñor José María Yanguas, quiso felicitar a las hermandades y la JdC por su labor y presencia en los momentos más duros de la pandemia, así cómo recordó que la ciudad de Cuenca “tiene alma” y que parte de ese alma “son su Semana Santa y sus hermandades”. Finalmente, monseñor pidió dotar de sentido cristiano la celebración de las procesiones e invitó a cada nazareno a hacer esta Semana Santa un ejercicio personal y preguntarse: “¿Qué eco tiene en mí? ¿Qué despierta en mí la Semana Santa?”, porque eso – aseguró – nos llevará “a vivirla con autenticidad”.

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