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El CB Cuenca femenino impone su juego en su conquista copera (53-44)

(Foto: FBCLM).
Nahuel Briscek | Domingo 13 de febrero de 2022

El CB Cuenca femenino se hace fuerte en casa para conseguir el trofeo copero. Imponiendo su juego ante Basket Puertollano, las jugadoras de Alberto Almodóvar toman su propia venganza después de su final perdida en la última edición, celebrada en el año 2020.

7 días exactos habían pasado desde que la sección masculina del club baloncestista fue derrotada en su final copera. 7 días más tarde, la sección femenina tenía la oportunidad de satisfacer las ganas de celebrar un título ante su gente. Por el otro lado, estaba el Basket Puertollano, quien venía de una cómoda clasificación frente al Talavera Basket.

Como era de esperar, un partido de estas características empezó con una igualdad máxima. Ninguno de los dos equipos pudo sacar una renta considerable en el primer cuarto del partido. Por parte del equipo conquense, su solvencia ofensiva, contrarrestada por su gran hacer en defensa, se veía afectada en los tiros al aro, sin grandes porcentajes de aciertos. De esta forma, al terminar los primeros diez minutos de la final, el marcador mostraba una leve ventaja a favor de las jugadoras de Alberto Almodóvar (15-13).

La historia se modificó en el segundo periodo. La intensidad defensiva, que caracterizó el buen hacer de las rojillas, se complementó con la confianza de las ciudadrealeñas para aumentar aún más el ambiente. Llegando a ponerse a tan solo un punto por debajo (23-22), el CB Cuenca apretó el acelerador en los instantes finales para irse al descanso con el marcador a su favor. Esto fue causado por un parcial 6-0, mandando con un 29-22 el partido a vestuarios.

La brecha empezó a pronunciarse cuando ambos equipos volvieron de vestuarios. Esta se vio reflejada con una diferencia de 10 puntos a favor de las conquenses. Ante las dificultades que tenía su equipo para sumar canastas, Jesualdo Fernández (entrenador del Basket Puertollano) usó la tarjeta del tiempo muerto. No obstante, aunque la reacción llegó, su rival mantenía las distancias y eran capaces de acariciar el trofeo, a falta del último cuarto.

El desenlace de esta historia tuvo su sabor picante. Las puertollanenses se volvían a meter en el partido con un parcial 0-8 a su favor. Mas, la eficacia de María Bonilla desde la línea de tres, les daba a las suyas la confianza necesaria para mantener el marcador a su favor. Así fue como, después del bocinazo que dictaba sentencia, jugadores y aficionados estallaban de alegría tras conseguir el título coopero con el 53-44 final.

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