Cuenca

Una muestra actualiza la figura del escultor Ángel Ferrant en el Museo de Arte Abstracto

Redacción | Domingo 30 de enero de 2022

El Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca acogerá una pequeña muestra sobre el escultor de vanguardia Ángel Ferrant (1890-1961), cuya trayectoria le llevó a París, Berlín y Viena y a crear no solo a través de la escultura, sino también del dibujo, los escritos teóricos y la práctica pedagógica. La exposición, que podrá visitarse del 3 de febrero al 8 de mayo, reúne siete esculturas de pequeño formato, seis relieves en barro cocido y catorce dibujos que el artista realizó entre 1939 y 1955.

El próximo jueves 3 de febrero se inaugura en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca Ángel Ferrant: A escala doméstica, una exposición que presenta una selección de obras –siete esculturas de pequeño formato, seis relieves en barro cocido y catorce dibujos– realizadas entre 1939 y 1960 por Ángel Ferrant. La muestra, que podrá visitarse hasta el 8 de mayo, permitirá acercarse a la fascinante figura de este artista de origen madrileño que se preocupó, quizá más que ningún otro artista del siglo XX en nuestro país, por la enseñanza del arte y el lugar del arte en la educación.

Ferrant: una figura mayor

Ángel Ferrant (1890-1961) es un artista difícil de clasificar. Así como no se ató a un solo lugar, sino que desarrolló su carrera entre La Coruña, Barcelona y Madrid, su producción no encaja en las narrativas habituales de la historia del arte de las décadas centrales del siglo XX. Su carrera tampoco se ciñó a una única disciplina, sino que describió una trayectoria zigzagueante entre la escultura, el dibujo y los escritos teóricos que esta exposición ha buscado retratar. Involucrado de forma activa en la renovación de la escultura de vanguardia, concibió el arte como origen o comienzo permanente, entendiendo que el oficio del artista consistía en fomentar la educación estética y la imaginación del público.

Escultura a escala doméstica

La preferencia de Ángel Ferrant por los formatos pequeños responde a su concepción de la relación entre la obra de arte y el espectador, con esculturas articuladas que invitan a mover, jugar y manipular y con las que se adelantó a propuestas más conocidas y consideradas como pioneras. De ahí que la exposición de carácter íntimo que inaugura este jueves el Museo de Arte Abstracto Español busque encajar sus piezas en la sala del museo con la misma naturalidad con la que determinados objetos ocupan los espacios domésticos.

La muestra busca también reivindicar la figura de Ángel Ferrant, tanto en su faceta como artista de vanguardia como por su labor pionera en el ámbito de la educación artística. Es por ello que en esta exposición, las esculturas y dibujos de Ferrant, procedentes de dos colecciones privadas, se exhiben junto con fotografías, carteles, bocetos y libros que ayudan a entender su figura en el contexto artístico de su tiempo: su contacto con otros creadores, sus publicaciones y su trabajo como diseñador. El material de archivo procede del Archivo Lafuente en Santander y del Museo Patio Herreriano de Valladolid, que custodia la mayor parte del legado de Ferrant.

La práctica pedagógica

Siguiendo los planteamientos de vanguardia que había conocido en sus viajes a París y Berlín y durante una estancia en Viena, Ferrant integró el juego, el descubrimiento y la experimentación como parte de su metodología, superando así los modelos decimonónicos –ya obsoletos, pero aún vigentes en España– que habían devenido en la mera copia de los grandes maestros. Así, en vez de pedir a sus alumnos que copiasen vaciados de yeso, el artista les mostraba “pancartas escolares” con textos inspiradores que también forman parte de la muestra.

Además, Ferrant emergió como artista y educador en una época convulsa. Un texto suyo titulado “Diseño de una configuración escolar”, publicado en 1931, aceleró la transformación de la manera en la que se enseñaba arte en España, granjeándose una visibilidad que después dificultaría su carrera cuando, tras la Guerra Civil Española, tuvo que negociar con las peculiares condiciones del mundo del arte durante el franquismo. El artista fue, además, uno de los fundadores de la “Escuela de Altamira” (1949), un grupo de artistas que encontraron inspiración en las famosas pinturas rupestres para crear un Arte Nuevo de vanguardia.

El catálogo

La exposición va acompañada de un catálogo con un ensayo de Olga Fernández López, especialista en Ferrant y profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, que describe al artista como “un agente cultural incansable”. En sus páginas se incluyen las transcripciones de dos entrevistas –una de ellas inédita– a Ferrant de 1951 (una emitida en Radio Nacional de España en 1951 y la otra publicada en la revista peruana Mundo de Lima) y de su aparición en el programa de Televisión Española Imagen de una vida en 1958. El elenco de textos se cierra con una reedición de un artículo publicado por Ferrant en la revista mexicana Arquitectura en 1960.

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