Un divorcio es una situación sumamente compleja que muchas parejas atraviesan a lo largo de su vida. En esos momentos tan difíciles es imprescindible contar con la ayuda de un grupo de abogados profesionales y especialistas en el área, porque de una buena gestión depende una resolución más o menos rápida, y a su vez, una resolución más rápida es clave para que todas las partes involucradas puedan sanar y continuar con sus vidas, y eso incluye tanto a la pareja como a los hijos, en caso de que los hubiera.
Un buen abogado para divorcios puede marcar una gran diferencia en el curso de cada caso y es que un divorcio no necesariamente debe resolverse en tribunales, porque si hay compromiso de entenderse y una asesoría adecuada, puede ser factible alcanzar acuerdos de forma más amigable. En este sentido, el grupo ABOGA2 es una magnífica opción a considerar si estás atravesando un proceso de este tipo, porque son especialistas en Derecho de familia, divorcios y separaciones.
Como comentamos anteriormente, los divorcios no siempre deben terminar en tribunales porque hay otros tipos de divorcios, los cuales se deben explorar antes de llegar a las instancias más complicadas.
A continuación compartimos contigo cuáles son las características más destacadas de los diferentes tipos de divorcios:
Este es el tipo de divorcio más rápido, y aunque en muchas ocasiones es confundido con el divorcio de mutuo acuerdo, ambos tienen características diferentes. Si clasificamos a los divorcios por el tiempo de resolución, este sería, sin duda alguna, el más rápido.
Se conoce como express porque puede ejecutarse, literalmente, en pocas horas. El divorcio, en muchas ocasiones, está listo entre 24 y 48 horas después. Es fácil, es rápido y es más económico, pero no todas las personas pueden optar por este tipo de divorcio.
¿Las razones? Los matrimonios con hijos no pueden divorciarse bajo este método, por lo que es una alternativa exclusiva para las parejas que no tengan hijos y que estén plenamente de acuerdo con las condiciones del divorcio, especialmente en lo que respecta a la repartición de bienes e inmuebles.
El siguiente tipo de divorcio más recomendable y al que sí tienen acceso las parejas con hijos es el de mutuo acuerdo, aunque también es una opción para parejas sin hijos. Este tipo de divorcio es intermedio entre el express y el contencioso, una buena opción para que la resolución del matrimonio sea considerablemente rápida.
Esta opción de mutuo acuerdo es cuando los dos miembros de la pareja están en concordancia con todas las condiciones establecidas y esto se refiere a todo: bienes muebles e inmuebles, pensiones alimenticias, pagos, custodia de los niños, horarios de visita y mucho más.
Por tratarse de una opción de mutuo acuerdo, los dos miembros de la pareja pueden asesorarse con el mismo abogado y así reducir costes. Para este procedimiento se plasmarán por escrito todos los acuerdos, los cuales deben ser aprobados por el Ministerio Fiscal, en caso de haber hijos y luego saldrá la sentencia judicial.
Este, evidentemente, es el tipo de divorcio menos recomendable, pero también al que muchas exparejas deben recurrir cuando no logran ponerse de acuerdo. En este caso, se debe acudir ante un juez para que sea quien decida las condiciones del divorcio por la pareja.
A diferencia de los casos anteriores, para el divorcio contencioso cada cónyuge debe ser asistido por un abogado diferente, que vele por los derechos de su cliente.
Contar con la asesoría adecuada es clave para que el proceso de divorcio sea lo menos traumático posible para todas las partes involucradas. La capacidad de cada pareja para encontrar acuerdos es determinante en este proceso y la ayuda de un abogado especialista puede ser determinante para mediar entre las dos personas.
Contratar un buen abogado, intentar dejar las emociones de lado y pensar en el bienestar propio y del resto de la familia puede ser de gran ayuda para alcanzar acuerdos y lograr que el procedimiento de divorcio sea más rápido.