Judith Jáuregui, la pianista española de mayor relevancia internacional, se ha apoderado de la tercera y penúltima jornada del ‘Ciclo de Adviento’ de la Semana de Música Religiosa de Cuenca con un recital de una belleza sublime -concepto propuesto por la SMR a la artista para plantear su programa- en la fastuosa y repleta Iglesia de San Andrés ante 150 espectadores. La consagrada artista donostiarra ha trasladado al público a un estado superior con sus interpretaciones de Mompou (Scènes d’enfants), Chopin (Balada en sol menor nº 1, op. 23), Brahms (6 Klavierstücke, op. 118) y Grieg (Sonata para piano en mi menor, op. 7). Un viaje sonoro que ha comenzado con la invitación a la meditación y al silencio de Mompou para concluir con la juventud vigorosa y lírica de Grieg.
“Mi ilusión era hoy el encuentro con el público, que ha estado dos años sin poder disfrutar de la música y del festival. Para ello, he interpretado un repertorio precioso que conjuga fuerza, vitalidad, intensidad, profundidad, intimidad y espiritualidad, que es lo de que trata la SMR”, ha relatado Judith Jáuregui al término de su actuación. “Ha sido mi primera vez en la SMR y estoy muy emocionada porque es un festival histórico que celebra ya su 59 edición. Dentro del panorama artístico español, es uno de los festivales de más peso y además tiene esa temática de profundidad y espiritualidad. Ha sido muy especial venir aquí en este primer Ciclo de Adviento, una época que para muchos de nosotros es una preciosa espera de encuentro con uno mismo y de reflexión”, ha relatado Judith Jáuregui tras bajarse del escenario.