Cuenca

Autoaprendizaje: Maestros que enseñan a aprender

Redacción | Jueves 25 de noviembre de 2021

«Nuestro trabajo como educadores no es llenar a los niños de conocimientos como si fueran cajas vacías, sino animarlos a que quieran aprender, a que disfruten aprendiendo y a que sean capaces de estudiar cualquier cosa que deseen o necesiten en el futuro». Así se expresaba Toru Kumon, creador y primer maestro de este método de aprendizaje.

¿Te imaginas una clase donde todos los alumnos aprenden solos? ¿Qué papel tendría el maestro? Este sábado, 27 de noviembre, se celebra el Día del profesor y Kumon quiere poner en valor la manera como los profesores de los centros Kumon desarrollan en sus alumnos el aprendizaje autodidacta; es decir, hacer que, por medio de los ejemplos y de la reflexión, sean capaces de aprender por sí mismos y disfrutar de la motivadora sensación de decir: «lo he logrado». «En este sentido, el método Kumon conlleva una filosofía de aprendizaje muy diferente a la de otros métodos y que hemos logrado consolidar gracias a años de experiencia y a nuestro éxito internacional», señala María Cañizares, directora y orientadora del centro Kumon Cuenca - San Fernando.

Los profesores de Kumon proporcionan a los alumnos la orientación necesaria para que puedan hacer los ejercicios por sí mismos. De esta forma aprenden a enfrentarse a nuevos desafíos a la vez que refuerzan su autoestima, confianza y motivación, y desarrollan su potencial.

«Nuestro objetivo es conseguir, cuanto antes, que el alumno no nos necesite para aprender algo nuevo, ni a nosotros en clase, ni a sus padres en casa», añade María. «Para lograrlo, los orientadores observamos la evolución de cada alumno y actuamos con orientaciones dirigidas a mejorar su actitud ante el aprendizaje y aplicar los procedimientos y hábitos más adecuados para que sea cada vez más autónomo y disfrute del placer de aprender por sí mismo»

A ese proceso lo llamamos «desarrollar al máximo el potencial de aprendizaje de los niños». «Un profesor no debería conformarse con que sus alumnos aprendan la tabla del 7, sino que debería aspirar a desarrollar en ellos la capacidad de comprensión, la curiosidad por aprender, el hábito de estudio o la concentración, por ejemplo. Es decir, el profesor ha de hacer brotar en los niños una serie de actitudes y capacidades que puedan utilizar ahora en su etapa escolar, y en su vida adulta, aun después de haber finalizado sus estudios», concluye María.


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