Redacción | Lunes 01 de noviembre de 2021
El colegio de Santa Ana de la capital conquense ha celebrado un año más la festividad de Halloween, contenido cultural propio del Área de Inglés trabajado durante varias sesiones transversalmente en el resto de áreas educativas mediante distintas actividades como la lectura de cuentos y poemas, videos, canciones o creativas manualidades relacionadas con esta temática para conocer y recordar los orígenes de esta ancestral tradición celta, extendida a los países anglosajones y prácticamente a la totalidad del planeta.
Durante la jornada del viernes, la más cercana al día 31 de octubre, fecha de dicha festividad, el colegio entero llevaba a cabo una actividad especial basada en los tradicionales Pasajes del Terror. El hilo conductor de la historia, creada por uno de los maestros de Inglés del centro, Luis A. Martínez, se centra en una Caja Mágica que el alumnado encuentra en sus respectivas aulas sin saber muy bien cómo o porqué ha llegado hasta ahí. La curiosidad que les caracteriza en estas edades les lleva a explorar y curiosear el contenido de la misma. Minutos más tarde el Mago de la Noche de Halloween se presenta ante ellos, huyendo de los seres maléficos para saber si han encontrado una caja que anda buscando y que le quieren robar. Al dar con ella en las aulas, les cuenta que esa caja es mágica y que todo aquel que la toca queda hechizado y poseído por el mal. El alumnado, al conocer esta noticia y saber qué la han tocado o abierto, queda presa del terror. Sin embargo, el Mago de Halloween les indica que pueden encontrar el antídoto en la Casa Encantada (un lugar ciertamente tétrico con oscuros pasajes y tenebrosos personajes como la Sala de los Zombies, la Bruja de la Noche o el propio Drácula durmiendo en su ataud). Para ello les acompaña hasta dicho lugar para que busquen ese bote de poción mágica y ciertas piezas y palabras relacionadas con la festividad de Halloween sorteando a los seres de la noche que allí viven. Al terminar dicha búsqueda el Hada Mágica de la noche les ayuda a romper su encantamiento con un conjuro y quedar libres para siempre al beber un sorbito de la poción mágica que han encontrado.
Miedos y algunos llantos, mezclados con valentía, ingenio y nervios por encontrar el antídoto en menos de 15 minutos, les hacían pasar un rato terroríficamente divertido. Una creativa forma de vivir esta actividad que ha involucrado a todo el profesorado y alumnado del centro completando así una frenética jornada donde la magia ha conseguido derrotar al mal y liberar así de su encantamiento a todo el colegio.
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