La fábrica de Ayecue de Iniesta, que pertenece al grupo The Real Green Food, está promoviendo hábitos de vida saludable a través de una alimentación equilibrada y, por ello, en coordinación con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Iniesta han organizado para la mañana de este jueves una visita a la fábrica donde los 80 niños y niñas que asisten al Verano Divertido han podido comprobar de primera mano cómo se trabaja. La visita, que se ha divido en tres grupos, ha estado guiada por Lucía Iniesta, responsable de laboratorio; Mayte Miner, responsable de calidad y seguridad alimentaria del grupo; y Rocío Pardo, responsable de calidad de Ayecue Iniesta.
Así pues, los peques han aprendido que las legumbres son un alimento rico en proteínas, fibra vegetal, vitaminas y minerales y que las verduras son un alimento bajo en calorías y son fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes. También han aprendido a distinguir las verduras de temporada, por ejemplo, en otoño los pimientos, las acelgas, las patatas… en invierno los puerros, coles de Bruselas, coliflor, brócoli, zanahoria… de primavera la alcachofa, los espárragos, las espinacas, guisante… y en verano la judía verde, el pimiento verde, el tomate, la berenjena o el calabacín, entre otras.
Además, los chicos y chicas del Verano Divertido han aprendido que la fábrica de Iniesta tiene una superficie de 34.000 metros cuadrados –equivalente a cinco campos de fútbol-, que tienen 28 trabadores/as (el 60% mujeres), que el grupo tiene otra fábrica en Villafranca (Navarra), que en la fábrica de Iniesta se envasan 120.000 botes diarios (6 botes/segundo) bajo la marca JA’E, que en el grupo se realizan más de 1.000 controles de calidad diarios y que toda el agua que se utiliza se trata en la planta antes de enviarla a la depuradora municipal.
Igualmente han visto cómo se realiza todo el proceso: primero se lleva a cabo la hidratación de la materia prima, seguidamente se hace la selección y preparación de la materia, luego se limpia, posteriormente se llena, se pesa y se cierra, después se esteriliza y finalmente se etiqueta para poder seguir la trazabilidad de todo el proceso. Sin olvidar los continuos controles de calidad por los que se pasa en cada una de las fases del proceso.
La visita ha sido muy instructiva para los peques, que se han quedado encantados y que se han ido con algunos regalos de la fábrica y con varias recetas de cocina.