Las altas temperaturas pueden tener una serie de efectos negativos sobre nuestra salud como calambres, deshidratación, insolación o golpe de calor y con motivo de la subida de temperaturas, Cruz Roja comienza hoy viernes una campaña informativa sobre el impacto de la ola de calor.
Por un lado, se han comenzado a realizar llamadas telefónicas a más de un centenar de personas mayores que participan en diferentes proyectos de Cruz Roja en Cuenca.
“El calor no afecta a todas las personas por igual, entre las más vulnerables encontramos a las personas mayores, especialmente las que viven solas o son dependientes y, por ello, tenemos que estar especialmente atentos con ellas”, recalca Victoria Bermejo, del área de Salud de Cruz Roja en Cuenca.
Por otro lado, la Organización Humanitaria ha establecido una serie de charlas para sensibilizar a este colectivo, pero también a personas de otras culturas y con otros hábitos sobre el riesgo que las altas temperaturas pueden suponer para su salud y cuál es la mejor manera de protegerse.
Unas charlas que también se impartirán a los jóvenes que participan en los proyectos de Cruz Roja Juventud, ya que se trata de un colectivo que no ve el peligro de la misma manera en que lo perciben los adultos, puesto que no piensan a largo plazo.
Una campaña que se completará con mensajes en los tres canales de redes sociales con que cuenta la organización en Cuenca en la misma línea de informar y sensibilizar sobre la importancia de protegerse de las altas temperaturas y sobre cómo hacerlo.
Los efectos adversos para la salud de las olas de calor se pueden prevenir en gran medida siguiendo consejos muy sencillos y llenos de sentido común, que se añaden a los consejos para protegerse del COVID-19.
Entre las pautas que Cruz Roja recomendará durante las sesiones informativas y las llamadas telefónicas, destacamos:
Entre la población especialmente vulnerables además de las personas mayores, encontramos a la población juvenil e infantil (sobre todo niños y niñas menores de 4 años), las personas con enfermedades crónicas y en tratamiento con determinados fármacos, personas con obesidad o exceso de peso, las personas con discapacidad, las mujeres embarazadas y las personas sin hogar.