Redacción | Domingo 30 de mayo de 2021
La crisis provocada por la pandemia ha afectado notablemente a la población palestina más vulnerable de Cisjordania por lo que durante los meses de abril y mayo de este año, Cáritas ha llevado a cabo un proyecto de emergencia para la atención de 610 personas en situación de exclusión mediante el acceso a alimentos básicos, productos de higiene y el apoyo a la reactivación del mercado local.
Durante estos dos meses, un total de 80 familias vulnerables han recibido vales para la adquisición de alimentos en el mercado local en el distrito de Belén y, en el distrito de Ramala, 50 personas mayores afectadas por un severo aislamiento social han contando con comida caliente en sus propias casas.
La intervención, que cuenta con 20.000 euros de fondos de la convocatoria de subvenciones de acción humanitaria y emergencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, ha sido llevada a cabo por Cáritas Diocesana de Cuenca, con su contraparte Cáritas Jerusalén, y la coordinación de Cáritas Española.
Este proyecto surge como respuesta a la situación de violación de derechos a la que se enfrenta la población palestina en los distritos de Belén y Ramala que vive bajo la ocupación militar y que afecta a los derechos de movimiento, el acceso y disponibilidad de alimentos, así como el desarrollo de las actividades económicas que ha conducido a una recesión económica agravada por la crisis provocada por el coronavirus.
Según traslada Cáritas Jerusalén, encargada del trabajo directo, para los mayores, la atención realizada es muy apreciada porque se ha producido en un momento difícil lleno de incertidumbre, sabiendo que Caritas está ahí para ellos, cuando se sienten completamente aislados y la mayoría de ellos no tiene a nadie que los cuide. “Siempre que nuestro personal los visita, nos reciben con ojos llorosos y corazones llenos de alegría mientras repiten la bendición y expresan su gratitud”, relata Cáritas Jerusalén.
Durante el mes de mayo, Palestina ha sufrido además un grave conflicto en Gaza, con la muerte de 250 palestinos, incluidos 67 niños, y 13 muertos en Israel, incluidos dos menores, provocando gran tensión en el resto de la zona. Cáritas trabaja ahora en la identificación de las necesidades para la reconstrucción y el acompañamiento a la población afectada.
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