El trabajo que hacen las asociaciones de mujeres en el mundo rural es más que reconocido y patente, pues en muchísimas poblaciones si no fuera por estas asociaciones, la vida social y cultural quedaría muy mermada; unido a la cantidad de proyectos que ofrecen visibilización y generan igualdad de oportunidades.
El Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha ha convocado las ayudas para fomentar el asociacionismo de mujeres en el año 2021 que cuenta con importantes modificaciones y elementos como la priorización a poblaciones de menos de cinco mil habitantes. Desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, FADEMUR, de Castilla-La Mancha, han recordado la importancia de este tipo de asociaciones, que movilizan a muchas mujeres del entorno rural, ofreciendo alternativas tanto formativas, como de ocio, sociales, culturales, entre otras. “Con estas ayudas, se da un impulso a estos proyectos que con inyecciones económicas pueden seguir sobreviviendo, pero, sobre todo, seguir trabajando de maravilla en nuestros pueblos”.
La presidenta de FADEMUR Castilla-La Mancha, Elisa Fernández, ha hecho un llamamiento, una vez publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, la orden de ayudas al fomento del asociacionismo en la región por parte del Instituto de la Mujer. Unas ayudas que promueven no solo el asociacionismo, sino la igualdad de oportunidades, la continuidad del trabajo de este tipo de asociaciones
Podrán ser beneficiaras de estas ayudas las asociaciones de mujeres o federaciones de asociaciones de mujeres legalmente constituidas e inscritas en el Registro General de Asociaciones o registros correspondientes. Desde FADEMUR recuerdan la importancia de disponer de firma digital como asociación para formalizar la tramitación de las ayudas. De no tenerlo, deberían solicitarlo con urgencia.
Son muchas las asociaciones que desarrollan su trabajo en la región, asociaciones de mujeres que ahora tienen la oportunidad de disponer de ayudas para la realización de proyectos que tengan como objeto promover la igualdad real entre mujeres y hombres, fomentando la participación social de las mujeres y el trabajo en red. Algo que siempre se ha propuesto desde la organización feminista agraria, “la igualdad real y efectiva”.