El presidente regional, Emiliano García-Page, ha resaltado que el "silencio" que respetuosamente guarda Castilla-La Mancha este domingo, Día de la Región, en recuerdo a los fallecidos por el coronavirus, "debe ser igualmente un grito de ánimo frente a la dificultad, una llamada a la responsabilidad, a la confianza, al apoyo mutuo y también, por qué no, a la unidad".
En un artículo de opinión con motivo del Día de Castilla-La Mancha, García-Page recuerda que el Ejecutivo autonómico tomó recientemente la decisión de convertir el Día de la Región, este año, en "un día de luto por los fallecidos a causa de la pandemia que está barriendo el planeta".
Entre las víctimas mortales se aprecia un significativo porcentaje de personas mayores, pero también enfermos crónicos para quienes la neumonía resultante supuso una barrera infranqueable, así como profesionales que han hecho frente a la gravísima situación sanitaria, social y económica que ha llevado al Gobierno de la Nación a decretar el estado de alarma y el confinamiento de la población, reflexiona el jefe del Ejecutivo regional.
"Hemos suspendido, por tanto, el acto institucional con el que la Región celebra este día, en el que se reconoce y exalta el trabajo, la dedicación, el éxito y la constancia de personas y colectivos que ayudan, en su día a día, a hacer más grande, próspera y solidaria a esta tierra", asevera García-Page.
Pero, puntualiza: "esta suspensión, este homenaje a las víctimas de la COVID-19, este silencio que respetuosamente guardamos en un día tan señalado, debe ser igualmente un grito de ánimo frente a la dificultad, una llamada a la responsabilidad, a la confianza, al apoyo mutuo y también, por qué no, a la unidad".
A juicio del presidente autonómico, "el peor homenaje que podemos hacer a quien ha perdido la vida en circunstancias tan traumáticas, así como a quienes han dado todo para frenar la pandemia, atender a los enfermos, vencer las dificultades que imponían la enorme velocidad de transmisión del virus y la violencia con que afectaba a muchos enfermos, sería pretender un uso partidista de la tragedia, utilizar su memoria como arma arrojadiza y reabrir heridas".
Y en este punto aboga por "seguir el ejemplo de aquella generación, de valorar la altísima respuesta de los profesionales de la sanidad pública, de agradecer el trabajo de aquellos que han protegido a la sociedad en estas largas semanas, de los que han cambiado el monte por las residencias como campo de acción, de quienes han soportado en silencio y con buen ánimo el encierro, de los niños que han hecho suyo el mensaje de unidad y de paciencia, de los maestros que han hecho lo indecible por no dejar a sus alumnos sin actividad ni formación, de los empleados públicos que en su puesto habitual o a través del teletrabajo han garantizado el funcionamiento de la Administración".
También tiene palabras para los consejeros de su Gobierno "que han dado todo en cumplimiento de su promesa de lealtad y entrega al servicio de esta región" y para los medios de comunicación, para resaltar también a los "millones de españoles que han sabido cumplir con lo que de ellos se esperaba, respetando las recomendaciones con entereza, y Castilla-La Mancha, en ese sentido, ha sido ejemplar", ha aseverado.
En opinión de García-Page, tanto el Gobierno de España como el de Castilla-La Mancha "han respondido al reto con celeridad, conscientes del daño añadido que supone la crisis sanitaria en forma de freno casi total a la economía, y su consecuente rastro de desempleo y ruina".
En este sentido defiende que el esfuerzo económico del Estado ha ido directamente a las economías familiares, a las empresas mediante ERTES y otras medidas y miles de autónomos castellano-manchegos han recibido una ayuda directa para poder afrontar el bache, y el apoyo para no tener que despedir inmediatamente a sus empleados.
"Castilla-La Mancha ha respondido, además con un gran acuerdo social, fundamental para afrontar en los meses y años venideros la importante tarea de la reconstrucción", subraya García-Page, para quien la capacidad de llegar a acuerdos con la sociedad de este Gobierno "fue clave para salir del bache en la reciente crisis".
Y concluye con el mensaje esperanzador de que "hoy toca guardar silencio en homenaje a las víctimas de la pandemia, mañana, Castilla-La Mancha comenzará a recorrer, de nuevo, la senda de la recuperación, que nadie lo dude".