Cuenca

La crisis sanitaria derivará en una dura crisis económica

Redacción/ EFE | Martes 14 de abril de 2020

La crisis sanitaria del coronavirus en España, que mantiene su curva descendente pese a que ya son más de 18.000 los muertos, derivará en una crisis económica a la que el FMI le ha puesto hoy un rostro muy duro en sus previsiones: un 8 por ciento de caída del PIB y seis puntos más de paro para llegar al 20,8 por ciento, aunque se espera que sea una crisis relativamente corta.

Las predicciones del FMI, que ha alertado de que la COVID-19 llevará al mundo a una recesión como la de 1930, apuntan a una rápida recuperación parcial en 2021, al estimar que la economía española crecerá ese año un 4,3 % y el desempleo bajará hasta el 17,5 %.

Con ese escenario económico de fondo, el Gobierno busca un gran pacto que quiere empezar a negociar esta misma semana con una reunión entre Pedro Sánchez y el líder del PP, Pablo Casado, y que de partida parece muy lejano.

La epidemia sigue su curso y cuando se cumple un mes del estado de alarma Sanidad ha tomado el control de los laboratorios privados para que las autonomías puedan hacer con mayor celeridad los test y regular sus precios, según ha publicado el BOE este martes, en el que han aumentado ligeramente las muertes (50 más que ayer), pero han bajado los contagios (1,8 %), pese a ser un día que acusa las notificaciones retardadas del fin de semana.

MUERTOS Y CONTAGIOS

Los fallecimientos a consecuencia del virus son ya 18.056, tras sumar hoy 567 más, con un porcentaje de crecimiento similar al del lunes, pero inferior en un 13 por ciento al del martes de la semana pasada, lo que se comienza a notar en lugares como la Comunidad de Madrid, que ha decidido cerrar la morgue provisional abierta en el Palacio de Hielo de Majadahonda.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que se ha reincorporado tras recuperarse del coronavirus, ha vuelto a pedir prudencia respecto a los datos por los festivos continuados de Semana Santa y ha apuntado que, pese a que el número de decesos mantiene su tendencia descendente, “siguen siendo cifras que tenemos que reducir lo antes posible”.

Los contagios han descendido hasta los 3.045 (ya suman 172.541), al contrario de lo sucedido en martes precedentes, lo que sitúa la tasa de crecimiento por primera vez por debajo del 2 por ciento, en concreto en el 1,8 por ciento.

El dato que espera Simón en los próximos días es que haya más curados que infectados, lo que no ha ocurrido hoy al frenarse las altas de días precedentes en 2.777 para llegar a un total de 67.504, el 40 por ciento de los infectados. De estos infectados, 26.672 son personal sanitario, entre los que se han registrado ya una treintena de muertes, 23 de ellos de médicos, 14 de atención primaria.

CENTROS DIAGNÓSTICOS PRIVADOS

Los test son uno de los elementos clave en la lucha contra la epidemia, como se ha visto en China y otros países asiáticos que han logrado controlarla y como diariamente recuerda la OMS, pero en España son todavía una asignatura pendiente, sobre todo por su escasez, pero también por las dificultades para llevarlos a cabo.

En este contexto, Sanidad ha dictado una orden, que se publica este martes en el BOE, por la que pone a disposición de las comunidades autónomas cualquier centro de diagnóstico clínico de titularidad privada que no esté prestando servicios al Sistema Nacional de Salud, con la posibilidad de adoptar medidas para controlar las pruebas y regular su precio.

La orden, que impide de hecho los test a la carta, establece que las pruebas deben ser prescritas por un facultativo “de acuerdo con las directrices, instrucciones y criterios acordados al efecto por la autoridad sanitaria competente”, tal y como ha precisado después el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien ha remarcado que la decisión se ha tomado a petición de algunas autonomías que querían que se "clarificara" este asunto.

En las pruebas diagnósticas reside en buena medida la estrategia para pasar a la llamada fase de “desescalada”, que permitirá dejar paulatinamente el confinamiento, porque son esas pruebas -que en España inicialmente se van a hacer a través de un gran muestreo con más de 62.000 personas- las que permiten saber si hay transmisión comunitaria y poner en marcha las estrategias para detectar los casos y aislar a sus contactos.

DESESCALADA, CRISIS Y PACTOS

Para esa fase, que algunos expertos creen que podría ponerse en marcha a primeros de mayo, ya ha comenzado la elaboración de planes, como el que preparan el Ministerio de Sanidad y la Asociación Española de Pediatría (AEP) para dar prioridad a los menores en la salida escalonada a la calle, como hizo Italia a principios de mes, para paliar los problemas que el confinamiento causa a los menores como han pedido varios presidentes autonómicos.

En la fase de desescalada o de transición ya trabaja un equipo gubernamental que trata de fijar, con el apoyo de diversos expertos, posibles escenarios, ritmos y estrategias territoriales, como ya se están poniendo en marcha en China y otros países asiáticos, y en breve comenzarán en países como Austria o Suecia.

La magnitud de la crisis sanitaria la ha puesto hoy sobre el tapete el FMI con unas previsiones para España (8 % de caída del PIB y un paro del 20,8 %) que anuncian un horizonte complicado, más allá de que sean sólo previsiones y aún no haya grandes coincidencias entre los que opinan que será una salida rápida de la crisis en forma de V u otras más lentas en forma de U o de W.

Para afrontar esta crisis, el Gobierno apuesta por un gran pacto político que tendría que comenzar a fraguarse esta misma semana, en la que está previsto que comiencen las reuniones con un encuentro entre el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, en el que las posiciones de partida plantean un camino lleno de escollos.


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