Noche de capuzes blancos rotas por el actual de estado de alerta que sufre el país desde hace unas semanas. Hoy es Miércoles Santo y la capital hubiera acogido la procesión del Silencio.
Este desfile nos hubiera trasladado desde el Cenáculo a Getsemaní, dejando desamparado al reo cuando entrada la noche y, nuevamente en Monte Sión, sea introducido en Casa de Caifás. Nos habrá dado mientras tanto tiempo para oír cantar al gallo. Ella ya es Amargura.
Esta primavera le toca a los conquenses acercarse a sus imágenes a través del recuerdo, encarnado por el audio y la imagen de los vídeos. Una oportunidad para descubrir detalles que se escapan cuando se ven los desfiles a pocos metros de distancia. Los mismos que ahora separan el sofá de la televisión. El confinamiento modifica la forma de vivir la semana de pasión, pero la voluntad de la Cuenca Nazarena es mantener su Semana Santa lo más cerca posible.
Así fue la procesión del Miércoles Santo – Procesión del Silencio