Los conquenses disfrutan de una ruta guiada micológica

Este fin de semana, tuvo lugar una interesante ruta guiada en busca de las principales setas y hongos de nuestra provincia. Y es que a pesar del mal tiempo y la nieve, en las zonas más bajas todavía se pueden encontrar buen número de ejemplares, como el cada vez más conocido y llamado “Pie azul”, el cual aunque considerado de escasa calidad culinaria es sin embargo comestible, al igual que lo son otras variedades recogidas como la “seta de cardo”, la “llanega”, la “negrilla”, la “Tricholoma portentosum”, los “agaricos o champiñones”, las “macrolepiotas”, los “suillus bellini”, la “stropharia coronilla”, el “pie de perdiz o gomphidius”, algunos tipos de “rúsulas”, pero sobre todo el más conocido por todos, el “níscalo” que cada año alegra nuestras visitas a los pinares.

Mas también hubo tiempo de aprender a identificar otras especies interesantes, que al contrario de las anteriores no tienen valor gastronómico o incluso son venenosas. De esa forma los asistentes vieron in situ la seta más mortal de nuestro país, la “Amanita Phalloides”, la “Pantherina”, la “Citrina” o la “Amanita ovoidea”. También se pudo encontrar la bonita “seta de los caballeros” de un maravilloso amarillo limón, que sin embargo recientemente la dan por tóxica. E igualmente se vieron ejemplares de la “Inocybe patouillardii” o seta de bruja, como también setas peligrosas tal que “clitocibes dealbata o cerussata”.

Por último los asistentes, descubrieron setas que por los componentes que tienen son tremendamente medicinales. Es el caso de los comúnmente llamados “pedos de lobo o Lycoperdom” o los “Fomitopsis y yesqueros”, todos ellos con la peculiar utilidad de que una vez molidos, sus esporas en forma de polvo, podrían servir para cicatrizar nuestras heridas debido a su amplio poder hemostático y antiséptico.

Finalmente decir que la excursión ha sido sido impartida por la empresa conquense “Aquaignis natura” y organizada por la Asociación de vecinos de Casablanca, dando con ello la posibilidad a sus vecinos y a los conquenses en general, el conocer mejor los tesoros micológicos de nuestros bosques.