Cuenca

Cáritas Cuenca impulsa el apoyo a las mujeres rurales y menores víctimas del conflicto armado en la República del Congo

Cáritas Diocesana de Cuenca lleva a cabo varios proyectos de cooperación internacional y ayuda humanitaria en la República del Congo para aliviar las condiciones de vida de los desplazados internos y retornados tras el conflicto armado en el Departamento del Pool.

Redacción | Lunes 23 de septiembre de 2019

Centenares de familias siguen sufriendo las consecuencias del conflicto armado desencadenado en 2016 en el Departamento del Pool, la región al sureste de la República del Congo en la que Cáritas Diocesana de Cuenca lleva trabajando desde 2005.

Un equipo de Cáritas Diocesana de Cuenca, formado por un técnico y un voluntario, han trabajado durante dos semanas de agosto en el Departamento del Pool, en la República del Congo, junto a Cáritas Diocesana de Kinkala, en la identificación y puesta en marcha de nuevos proyectos, el acompañamiento y sensibilización de comunidades, y la evaluación del postconflicto, donde se han comprobado las lamentables condiciones de vida de los supervivientes, quienes poco a poco están regresando a sus poblaciones, en muchas de las cuales las viviendas han sido destruidas y faltan recursos y suministros básicos como el agua y alimentos.

En poblaciones como Kubola, Siassia, Taba y Mbamou, las familias tienen graves dificultades para reconstruir las viviendas, conseguir agua potable y se hace imposible la vuelta al cultivo de los campos por la ausencia de suministros, principalmente de herramientas y semillas. Recursos básicos como la sanidad y la educación también se han visto fuertemente dañados. Faltan medicamentos para el tratamiento de enfermedades comunes como la malaria y el inicio del curso escolar peligra en varias escuelas por la falta de profesorado y de recursos económicos de las familias.

Proyectos para la defensa de los Derechos

Cáritas Cuenca y Cáritas Kinkala, con el apoyo de la Universidad de Castilla-La Mancha y de la Diócesis de Cuenca, han comenzado un proyecto de formación de mujeres rurales y sus familias en los Derechos a la Alimentación y la Igualdad, consistente en la formación de mujeres en la labor agrícola y la dotación de recursos básicos como planta de mandioca, aguacate y gallinas.

En los próximos meses, Cáritas también iniciará, gracias a la contribución de donantes, un proyecto de creación de viveros de mandioca, fuente principal de alimento para la población cuyo pequeño comercio favorece las economías familiares y permite a muchas de ellas el sustento con el que enviar a sus hijos a la escuela.

En cuanto a la ayuda humanitaria, esta se centrará en el refuerzo escolar de 2.000 menores desplazados y retornados en las localidades de Kinkala, Madzia, Massembo-Loubaki, Missafou y Kindamba, a los cuales les ha resultado imposible retomar las clases con normalidad tras el conflicto. Dicho proyecto cuenta con fondos de la convocatoria de subvenciones de cooperación de la Diputación Provincial de Cuenca.

Origen del conflicto y cooperación fraterna

Ante la proximidad de las elecciones presidenciales y la intención del gobierno de cambiar la Constitución, en abril de 2016 estalló un conflicto armado entre los militares de Denis Sassou-Nguesso, en el gobierno desde 1979, y las milicias rebeldes asentadas en el Departamento del Pool, los denominados “ninja”, bajo las órdenes del Pastor Ntumi. Naciones Unidas ha estimado en 80.000 el número de desplazados por el conflicto, con un total de 138.000 personas afectadas y un número indeterminado de muertos y desaparecidos. La República del Congo, o Congo-Brazzaville, es uno de los países centroafricanos más invisibles y olvidados. En numerosas ocasiones se confunde con la vecina República Democrática del Congo (antiguo Zaire), inmersa en innumerables conflictos armados y una crisis sanitaria por la epidemia del ébola.

Desde 2005, cuando finalizó la anterior guerra civil, Cáritas Diocesana de Cuenca se centra en la cooperación fraterna con Cáritas Congo, y las Cáritas Diocesanas de Kinkala y Brazzaville. Por ello, además del apoyo a proyectos, Cáritas trabaja como Iglesia unida, en relaciones de igualdad, promoviendo la dimensión universal de la caridad a través de la sensibilización de comunidades tanto en la República del Congo como en la Diócesis de Cuenca.

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