En el año 578, el rey visigodo Leovigildo ordenó construir un gran complejo palatino en la actual provincia de Guadalajara. La labor de arqueólogos e investigadores durante más de un siglo ha permitido dar algo de vida a una región fuertemente necesitada de inversiones e infraestructuras cuya mirada está puesta en el sector turístico, tras el cierre de su central nuclear.
Debemos remontarnos al año 1893 cuando el intelectual Juan Catalina García López descubrió esta enigmática ciudad de 33 hectáreas de extensión, a través de escritos de la época del rey Felipe II. El rey Leovigildo, el más grande de todos los reyes visigodos que consiguió extender su poderío a toda la península ibérica y al sureste de Francia, decidió construir lo que podría llamarse un ‘Versalles visigodo’ para el año 578, que daría lugar más tarde a otra ciudad situada a 2 km de distancia llamada Zorita de los Canes.
Como muestra de su poder, Leovigildo levantó este complejo, que constituiría la primera ciudad de nueva planta llevada a cabo por iniciativa estatal. Este lugar fue elegido para ocupar el centro de poder de su extenso reino. El nombre de Recópolis fue elegido en honor a su heredero, el futuro rey Recaredo. Tras la conquista árabe se reconfiguró la ciudad adaptándola a sus nuevos pobladores y se construyó una mezquita. Entre finales del siglo VIII y principios del IX, dicho complejo sufrió un grave incendio, por lo que Muhammad I decidió construir la cercana Zorita para el año 855. Zorita posee una alcazaba musulmana edificada a partir de piedras extraídas de Recópolis, como las dos columnas de mármol que decoran una de sus puertas de acceso. En 1124, Zorita fue tomada por las tropas castellanas, de esta época encontramos la iglesia románica de San Benito, con capiteles procedentes de la ciudad de Recópolis.
En los años 40 del siglo XX fue descubierto en la zona un tesoro de monedas. Desde 1992, se han realizado excavaciones promovidas por el catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares, Lauro Olmo Enciso. Dicha labor continúa hoy en día, ya que se siguen realizando intervenciones arqueológicas con el objetivo de seguir descubriendo sus secretos ocultos bajo tierra.
Existe en la actualidad un parque arqueológico visitable que permite adentrarnos en una de las épocas más desconocidas de la Historia de España albergando palacios, casas nobiliarias, recintos amurallados y tiendas de artesanos y comerciantes, entre otros.
Recópolis constituye el pasado más glorioso de la monarquía visigoda durante su permanencia en la península ibérica antes de la llegada de los musulmanes en el año 711. Lo que algún día pudo albergar un amplio recinto palaciego rodeado de inexpugnables murallas, constituyendo el centro de poder de los reyes visigodos, se erige actualmente sobre un cerro yermo testigo de innumerables siglos de Historia. Sin embargo dichos restos arqueológicos requieren de más fondos económicos para poder continuar la incansable labor de los investigadores con el objetivo de arrojar un poco más de luz y comprender mejor nuestro pasado para poder legarlo a las generaciones venideras.